Las transferencias discrecionales del Gobierno nacional a las provincias experimentaron una caída significativa del 90% en los primeros cuatro meses del año. Este ajuste es parte de un plan fiscal más amplio implementado por la administración del presidente Javier Milei para lograr un superávit financiero. 

Entre enero y abril, los giros totalizaron menos de $110.000 millones, una reducción drástica comparada con los $295.920 millones transferidos en el mismo período del año anterior, según un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Impacto en las Provincias

Las provincias vieron reducidos sus ingresos por dos vías: la disminución de las transferencias discrecionales del gobierno central y una merma en la recaudación de impuestos coparticipables. Este doble golpe puso en jaque las cuentas de varias jurisdicciones.

El informe muestra que Buenos Aires recibió $32.886 millones, una caída del 72% respecto a los $116.208 millones del año pasado. Chaco, que recibió $19.250 millones en 2023, solo obtuvo $4.717 millones este año. Santa Fe pasó de $16.068 millones a $9.562 millones, Córdoba de $14.082 millones a $3.702 millones, y La Rioja de $13.443 millones a apenas $1.150 millones en el mismo período.

Ajuste Fiscal y Superávit

El ajuste en las transferencias no automáticas a las provincias es un componente crucial del plan de ordenamiento de las cuentas públicas nacionales. En abril, el gobierno registró un superávit financiero de $17.409 millones, marcando el cuarto mes consecutivo de excedente financiero, algo que no se veía desde 2008. Este superávit acumulado representa el 0,2% del PIB, con un superávit primario de 0,7% del PIB.

El Ministerio de Economía destacó que este resultado es parte de la consolidación del ancla fiscal del programa de Gobierno. Los ingresos totales en el mes alcanzaron los $6.792.205 millones, con un crecimiento de la recaudación tributaria del 254,6% interanual, impulsado principalmente por el comercio exterior y el Impuesto PAIS. Los derechos de exportación crecieron un 418,2% y los derechos de importación un 286,4%.

Esta reducción de fondos ocurre en un contexto de negociación por la Ley de Bases en el Senado, donde el Gobierno busca el apoyo de los gobernadores para un paquete fiscal que incluye la reposición del impuesto a las Ganancias y un blanqueo impositivo. Aunque estos ingresos adicionales se compartirán con las provincias, es poco probable que compensen completamente el impacto de la crisis y la política de ajuste.

Las provincias están enfrentando una situación económica compleja, agravada por la disminución de ingresos. Mientras el Gobierno nacional celebra su superávit financiero, las provincias deben lidiar con la escasez de fondos y la reducción de transferencias que antes les permitían mantener sus finanzas más equilibradas.