Katie Austin Lee, de 40 años, admitió haber drogado y asesinado a su hijo Austin Dean Pikaart, de 17 años, un día antes de que cumpliera 18. Según declaró ante la Justicia, le suministró una sustancia que altera la mente y luego le cortó las muñecas y la garganta, justificando su acción en lo que describió como un "deseo de muerte" del joven.

El miércoles 22 de octubre, Lee se presentó ante el Tribunal del Condado de Ottawa y se declaró culpable de homicidio en segundo grado, tortura y resistencia a la autoridad. Entre lágrimas, aceptó un acuerdo de culpabilidad que la condenará a 60-90 años de prisión.

El hecho salió a la luz el 21 de febrero a las 4:15 de la madrugada, cuando Lee llamó al 911 desde su departamento en el complejo Bay Pointe Apartments. Según los documentos judiciales, la mujer dijo: "No puedo lograr que mi hijo deje de respirar", explicando que lo hacía porque él "no quería cumplir 18 años".

Al llegar los policías, Lee estaba armada con un cuchillo y se negó a soltarlo, por lo que los agentes tuvieron que reducirla con una pistola Taser. Dentro del departamento, encontraron el cuerpo de Austin, cuya autopsia confirmó que murió por un profundo corte en el cuello.

Durante la audiencia, el juez Jon Hulsing advirtió que la mujer no podrá solicitar libertad condicional hasta superar los 100 años de edad. La sentencia definitiva se dictará el 19 de enero.

En medio del dolor, la familia recordó a Austin como un joven "cariñoso, divertido y amante de los videojuegos y del espacio y las galaxias". Su tía, Alisa Pikaart, organizó una colecta para costear los gastos y expresó el deseo de lanzar sus cenizas al espacio como homenaje final. "Fue un honor haberlo conocido y lo vamos a extrañar profundamente", concluyó.