La alianza entre el PRO y La Libertad Avanza se rompió en Bahía Blanca luego de que concejales del PRO acompañaran al bloque peronista en la votación para desplazar al presidente del Concejo Deliberante, representante de LLA. En su lugar, asumió una edil cercana al sector referenciado en Cristian Ritondo.

El movimiento generó malestar entre los libertarios, que acusaron a los aliados de "traición" y denunciaron un acuerdo político por cargos que, aseguran, contradice el mandato de los votantes.

Tensiones que trascienden lo local

Aunque el episodio tuvo lugar en el ámbito municipal, la disputa expone una tensión que venía creciendo entre ambos espacios. Sectores del PRO ya habían mostrado diferencias con el oficialismo libertario, especialmente en torno a estrategias legislativas y posicionamientos nacionales.

La ruptura envía una señal política al Gobierno, que necesita apoyos en el Congreso para avanzar con su agenda. El cortocircuito en Bahía Blanca reabre dudas sobre la solidez de la coalición en otras ciudades y provincias.

Qué puede pasar a partir de ahora

El conflicto puede derivar en reacomodamientos internos, nuevas alianzas o mayor fragmentación. Para La Libertad Avanza, implica un golpe en la construcción territorial. Para el PRO, una redefinición del vínculo con el oficialismo.

La situación obligará a ambos espacios a recalcular posiciones con miras al año legislativo que viene y a un escenario político que parece volverse más imprevisible.