Las empleadas domésticas perdieron casi un 25% de poder adquisitivo en la era Milei
Un informe revela que, pese a aumentos nominales, la inflación acumulada del 221% superó los incrementos salariales, afectando transporte y alimentación.
Un informe reciente revela que, aunque los salarios nominales para las empleadas domésticas aumentaron, la inflación acumulada del 221% entre noviembre de 2023 y julio de 2025 superó ampliamente esos incrementos, afectando especialmente el costo del transporte y la alimentación.
La caída del poder adquisitivo de las empleadas domésticas en números
Según el estudio de Ciudadana Comunicación, las trabajadoras del servicio doméstico registraron una caída cercana al 25% en su poder adquisitivo durante el último año y medio. Por ejemplo, el salario para tareas generales con retiro pasó de 160.791 pesos en noviembre de 2023 a 387.161 pesos en julio de 2025. Sin embargo, la inflación acumulada superó con creces ese aumento.
Impacto del aumento del transporte y la alimentación en el salario real
La diferencia se vuelve más palpable al analizar el impacto en gastos esenciales. En noviembre de 2023, con un pasaje de colectivo a 110 pesos, el salario permitía cubrir 1.462 viajes. Hoy, con el boleto a 1.150 pesos, ese mismo sueldo alcanza para apenas 337 viajes, aumentando la proporción del salario destinada al transporte del 2,7% al casi 12%.
Además, la capacidad de compra en alimentos también se redujo. Mientras que en noviembre de 2023 el salario cubría el 86% de la Canasta Básica Alimentaria para un hogar tipo 2, en junio de 2025 esa cobertura cayó al 71%.
Devaluación y congelamiento salarial, las causas principales
Esta caída en el poder adquisitivo se relaciona principalmente con la fuerte devaluación aplicada tras la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, que provocó un desplome del 29% en solo dos meses. A pesar de un leve repunte en 2024, los salarios se mantuvieron prácticamente congelados en la primera mitad de 2025.
Recién en julio pasado se aprobó un aumento retroactivo del 3,5% para el primer semestre, junto a bonos para los meses siguientes, aunque estos incrementos siguen siendo insuficientes frente a una inflación que supera el 15% anual y que se prevé en aumento debido a la nueva devaluación y la escalada de precios.
El último acuerdo paritario prevé aumentos del 1% mensual para julio, agosto y septiembre, que se encuentran por debajo de una inflación proyectada que podría superar el 2% mensual, manteniendo la pérdida real en el poder adquisitivo de las empleadas domésticas.