La desaparición de Pedro Kreder (79) y Juana Morales (69), ocurrida el 11 de octubre en Comodoro Rivadavia, sigue siendo un caso cargado de incertidumbre y preocupación. Tras más de 20 días sin resultados, la investigación se refuerza con la reincorporación de "Kali", un perro de la Brigada K9 de Trelew, especializado en detección de restos humanos.

El animal ya había participado en los primeros operativos de búsqueda y ahora vuelve a trabajar junto al equipo de la Unidad Nº32 de los Bomberos de Trelew, liderado por el oficial ayudante Esquivel y el sargento Oñate, a pedido de la División Búsqueda de Personas de la Policía del Chubut.

La zona de Rocas Coloradas, donde se encontró enterrada y cerrada la camioneta Toyota Hilux de la pareja, sigue siendo el foco de los rastrillajes. Dentro del vehículo se halló la billetera de Juana con dinero, pero no la de Pedro, un detalle que mantiene abierta una de las principales líneas de investigación.

Sin pistas y con la esperanza puesta en el olfato de "Kali"

El fiscal Cristian Olazábal confirmó que las pericias financieras no mostraron movimientos inusuales en las cuentas de los jubilados, descartando la hipótesis de una fuga planificada. También desmintió versiones sobre hallazgos de excremento humano, aclarando que las latas encontradas en la zona "se habían caído de la conservadora" que transportaban.

La familia de Juana Morales expresó su desesperación en redes sociales. A 23 días sin noticias, su hija escribió: "Qué difícil llegar a casa sin respuestas".

Pese al despliegue de drones térmicos y equipamiento de alta tecnología enviado desde Santa Fe, los investigadores confían ahora en que el olfato entrenado de "Kali" pueda aportar alguna pista clave que permita romper el silencio que rodea el caso.