La Libertad Avanza inició el proceso para aprobar los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo como nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia, tras las exposiciones de ambos candidatos en la Comisión de Acuerdos del Senado. La presentación de García-Mansilla permitió a los legisladores comenzar a firmar los dictámenes correspondientes, habilitando así la discusión de sus candidaturas en el plenario de la Cámara Alta.

García-Mansilla, propuesto por el presidente Javier Milei para reemplazar al ministro Juan Carlos Maqueda, quien cumplirá 75 años el 29 de diciembre, y Lijo, cuyo nombramiento pretende ocupar la vacante dejada por la exjueza Elena Highton de Nolasco, son los dos candidatos clave para el oficialismo en esta etapa. El Senado podría concluir esta semana con los dictámenes necesarios para avanzar con las postulaciones, según lo indicado por el libertario Bartolomé Abdala.

La Comisión de Acuerdos, compuesta por 17 senadores, recibió a García-Mansilla, quien presentó sus credenciales y respondió a una serie de preguntas de los legisladores. En su intervención, el candidato subrayó que los jueces deben aplicar el derecho vigente sin basarse en convicciones personales. Durante su exposición, García-Mansilla recibió 22 impugnaciones y cinco adhesiones, y respondió a 265 preguntas de la sociedad civil.

Las consultas incluyeron temas como la reelección indefinida del gobernador de Formosa y la implementación de la ley de Lemas. García-Mansilla explicó que las constituciones provinciales tienen mayor libertad para dictar sus sistemas de gobierno tras reformas constitucionales. También abordó cuestiones como la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires en materia judicial y la dolarización, subrayando que cualquier opinión sobre la dolarización debe basarse en un proyecto de ley concreto.

La senadora Guadalupe Tagliaferri (PRO) preside la Comisión de Acuerdos, y el oficialismo confía en obtener los votos necesarios para aprobar los pliegos de García-Mansilla y Lijo. El senador Ezequiel Atauche destacó la solidez de García-Mansilla como académico y su potencial contribución a la Corte.