Unos quieren el oro y otros el bronce
Dos delegaciones argentinas tienen el oro en su norte, una menos atética que la otra. El Gobierno pidió disculpas por primera vez, y en Tucumán se agita el avispero.
Usted sabe, amigo lector, que nada se compara con haber cortado la sequía de 36 años sin un título, nada menos que en las lejanas tierras de Qatar. Esa celebración espontánea de 47 millones de argentinos y el clima de euforia y alegría que desencadenó el último penal de Gonzalo Montiel, jamás podrá ser igualado. Ni siquiera por el logro del bicampeonato que, esta semana, volvió a dejar grabado en oro el nombre de nuestro país en la Copa América.
Por supuesto, no será la última vez que los argentinos vayamos en busca del oro. En lo inmediato, hay una nutrida delegación de compatriotas que ya está en París para intentar conseguir el oro olímpico a partir del 26 de julio. Sin embargo, no es menos cierto que, más temprano o más tarde, habrá otra delegación de argentinos (un poco menos atlética, quizá) igual o más interesada en hacerse del oro. Oro que no vendrá en forma de medallas, sino de lingotes, y cuya residencia oficial fue, hasta hace unos días, el Banco Central.
Parece joda, pero si no hubiera sido por el pedido de acceso de información pública que realizó el gremio de los bancarios, probablemente el "Messi de las finanzas" jamás hubiera contado que había puesto a generar rendimientos e inversiones las reservas de oro que, esta semana, sacó del país. Hay quienes dicen que volaron hasta Suiza, al Banco de Basilea, como garantía de un nuevo préstamo que sería inminente.
Con razón, a algunos observadores perspicaces, les parecieron sospechosos tantos camiones de caudales en Ezeiza. Y pensar que alguno dijo que era para traer la copa. Por cierto, amigo lector, si usted cree que la mención a Francia fue por pura conveniencia literaria, debo decirle que se equivoca. Resulta que los franceses estuvieron particularmente presentes esta semana en la vida de los argentinos y que, por segunda vez, nos ayudaron a cortar con una racha.
Es que, además de conseguir el segundo lugar en el último mundial, también lograron que el Gobierno Nacional, por primera vez desde que asumió, pida disculpas a otro país.
Espere, no se emocione. No fue el Javo el que se disculpó por alguno de sus improperios. Tampoco fue una disculpa en público. Fue Karina, "el jefe", quien tuvo que salir corriendo a dar explicaciones en la embajada francesa sobre el tuit de la vice en el que, la autora del apodo que sacó de quicio al Javo, trató de colonialista y prepotente a Francia luego de que, indignados, los franceses criticasen la canción con la que, los Campeones del Mundo y de América, festejaban en privado su último triunfo.
Créame cuando le digo, amigo lector, que no tengo dudas de que al jamoncito le hubiera encantado que la vice siguiera los pasos de Julio Garro. El hoy exsubsecretario de Deportes salió eyectado del cargo después de sugerir que, la selección mayor y su capitán, debían pedir disculpas públicas por sus cánticos. La notificación oficial de su salida la dio a conocer el tuitero @GordoDan (Daniel Parisini) quien desde hace un tiempo lidera la inquisición al interior de LLA, garantizando la pureza ideológica (o el silencio temeroso) de los funcionarios nacionales.
Otro que (solo para mantener el promedio de un funcionario eyectado cada cuatro días) voló por los aires esta semana fue Teddy Karagosian, un empresario textil y, ahora, ex miembro del Consejo de Asesores Económicos del Presidente. Teddy cometió el error de dudar (al aire) de la recuperación en "V" de la economía y de ponerle un signo de pregunta al programa económico del gobierno. Eso bastó para que su aconsejado lo tratara de traidor y le pusiera el mote de empresario prebendario.
Curioso el funcionamiento de esta institución ad honorem que, en los últimos 14 días, perdió a dos de sus nueve miembros. De seguir a este ritmo, antes de que termine agosto, el Javo tendrá que buscarse un nuevo consejo. ¿Le pedirá al Gordo Dan que haga las entrevistas?
Por lo pronto, uno de los requisitos que los postulantes a consejeros presidenciales deberían cumplir es la capacidad de decir una cosa y hacer la otra mientras, en el medio, sostienen la apariencia de liberales. O por lo menos eso es lo que dieron a entender el Toto y el Javo con la doble intervención en el mercado cambiario que, desde esta semana, el gobierno realiza para contener el precio del "dólar libre" y evitar que la brecha entre el oficial y el paralelo se dispare. Ahora, ¿no le parece raro, amigo lector, que si el Presidente consiguió las leyes, las herramientas y a los funcionarios que quería, el mercado siga dudando de él? Digo, antes con todo el lío del congreso podíamos suponer que la política había metido la cola, pero ahora ¿Por qué?
En otro orden de cosas, el Javo no es el único que va en busca del bronce de la historia. Quién también transita ese mismo camino es Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán, quien, para cortar con la monotonía local, puso sobre la mesa la necesidad de reformar la constitución de la provincia pero, esta vez, en serio.
En el periodismo local, la aclaración que usó el gobernador y que se escuchó en todas las opiniones políticas que tocaron el tema, generó sorpresa y risas a partes iguales. La inevitable pregunta sobre si acaso "¿Antes había sido en joda?" incomodó a más de uno que, tratando de no ponerse colorado, buscó la forma de darle una vuelta menos tragicómica al asunto.
Sin embargo, y más allá de las chicanas, la sola mención de la posibilidad de una reforma logró agitar el avispero. Tanto lo agitó que, el propio gobernador, tuvo que salir a aclarar que, más allá de su importancia, todavía quedaban tres años más para trabajar el tema.
Es que, aunque no hay ni una sóla servilleta escrita al respecto y sólo podemos guiarnos por las declaraciones públicas de Jaldo, el gobernador propuso tres temas que tienen el potencial de cambiar de raíz a la política comarcana: Boleta única, imposibilidad de reelección y reforma de las secciones electorales.
Algunas voces empezaron a hacer preguntas maliciosas sobre las posibles consecuencias de estas modificaciones, particularmente, sobre el temita de la "no reelección". ¿Si todos tendrán un solo mandato, se ampliarían los períodos de gobierno? y ¿Qué pasará con quienes hoy ejercen cargos electivos? ¿Podrán ser elegidos o será considerada reelección?.
Lamento decepcionarlo, pero tendremos que esperar la propuesta oficial. Lo que sí puedo confirmarle es que, por lo pronto, nadie querrá quedarse afuera de los libros de historia, por más que unos pocos sean retratados en bronce.
¿Fin?