Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), atraviesa días de incertidumbre. Según su entorno, rechazó la oferta de dos estudios de abogados enviada por el Gobierno y aún no decidió cómo presentarse ante la Justicia. Entre furia, decepción y miedo, el exfuncionario asegura que él actuó correctamente, pero se sintió traicionado por Javier y Karina Milei, la familia Menem y Sandra Pettovello.

Spagnuolo explica a sus amigos que buscaba limpiar la agencia, anular pensiones mal otorgadas y volver al sector privado, pero quedó envuelto en un escándalo que implicó la intervención de su teléfono. Aunque parte de las grabaciones fueron filtradas, sus allegados sostienen que las comunicaciones más sensibles se dieron en cafés o restaurantes y no vía escucha telefónica.

El entorno del exfuncionario apunta también a Fernando Cerimedo, consultor y excolaborador en la Andis, como posible responsable de algunas filtraciones. Mientras tanto, Spagnuolo mantiene contacto con un reducido grupo de amigos y no concede entrevistas. Su abogado y allegados aclaran que no está imputado, aunque no descartan que se presente como "imputado colaborador" o arrepentido dependiendo del avance de las investigaciones.

El exfuncionario enfrenta su situación con cautela: vive alejado de su familia, se apoya en amigos cercanos y busca evitar más exposición pública, mientras la Justicia y el Gobierno siguen evaluando los pasos a seguir.