El Senado comenzará a ordenar el debate por la reforma laboral con una reunión de Labor Parlamentaria convocada por la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel. El encuentro, previsto para este martes a las 11, reunirá a todos los jefes de bloque y será clave para definir los tiempos y la estrategia legislativa de un proyecto que el Gobierno pretende aprobar antes de fin de año.

Tal como ocurrió en Diputados con el Presupuesto 2026, la iniciativa deberá definir primero su recorrido en comisiones. La reforma fue girada a Trabajo y Previsión Social y a Presupuesto y Hacienda, donde se establecerán las autoridades y los senadores que encabezarán el tratamiento técnico y político del texto.

El plan del oficialismo y los números en el Senado

Desde La Libertad Avanza impulsan un cronograma acelerado: dictaminar esta misma semana y convocar a una sesión especial luego de Navidad, con fechas tentativas entre el sábado 27 y el lunes 29 de diciembre. El objetivo es cumplir con la hoja de ruta fijada por la Casa Rosada y avanzar con una de las reformas estructurales del Gobierno de Javier Milei.

Sin embargo, el oficialismo enfrenta un escenario complejo. Con 20 senadores propios y aliados puntuales, aún está lejos de los 37 votos necesarios para aprobar la ley. La UCR cuenta con diez bancas y el PRO con tres, pero en ambos espacios advierten que no quieren actuar como una mayoría automática para el Gobierno. Por eso, las negociaciones se concentran también en los bloques provinciales, con terminales directas en los gobernadores.

En paralelo, resta definir quiénes conducirán las comisiones clave. En Trabajo y Previsión Social se debate si habrá continuidad en la conducción o un recambio alineado con el oficialismo. En Presupuesto y Hacienda, La Libertad Avanza analiza sostener a su actual titular o promover a uno de los nuevos senadores del espacio.

El rechazo del peronismo y el rol de los sindicatos

Unión por la Patria ya fijó una postura de rechazo frontal. El bloque que conduce José Mayans mantuvo reuniones con la CGT y la CTA, con quienes acordó una estrategia común para frenar la reforma. El peronismo cuenta con 26 senadores y apuesta a sumar aliados provinciales para bloquear el avance del proyecto en el recinto.

Desde el sindicalismo advierten que la iniciativa implica una pérdida de derechos laborales y recuerdan antecedentes fallidos de reformas similares en el Senado, como las impulsadas durante los gobiernos de Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri. "No es modernización, es un retroceso", sostienen desde la oposición.

Con posiciones cada vez más definidas y negociaciones en marcha, la reunión de Labor Parlamentaria marcará el punto de partida formal de una discusión que promete ser intensa y que volverá a poner al Senado en el centro de la escena política antes del cierre del año legislativo.