Una provincia sin control: 16 años sin revisar la cuenta de inversión

En una entrevista en El Avispero, el legislador José Cano encendió una alarma profunda sobre la ausencia de transparencia en Tucumán. Según denunció, desde 2008 el Poder Legislativo no analiza ni aprueba la cuenta de inversión, el documento que debería detallar cómo se ejecuta el presupuesto y si el Gobierno cumple o no con la ley.

La Constitución provincial es clara: la Legislatura debe aprobar o rechazar esa rendición. Sin embargo, una modificación impulsada durante la gestión de José Alperovich instaló un mecanismo inconstitucional: si la Legislatura no trata la cuenta, queda aprobada de manera automática por el silencio.

"¿De dónde sale que el silencio es algo positivo?", cuestionó Cano, marcando que una ley jamás puede modificar un mandato constitucional.

Fondos mal registrados, informes críticos y una pregunta clave: ¿alguien sabe dónde va la plata?

Cano reveló algo aún más grave: el Tribunal de Cuentas emitió dictámenes desfavorables sobre la ejecución de los recursos nacionales. Esos fondos representan el 80% del dinero que sostiene el presupuesto provincial.

Los auditores detectaron errores, registros incompletos, falta de información y hasta abstenciones por ausencia de datos. En algunos ministerios, dijo Cano, "se ejecutó más plata de la que estaba presupuestada", porque los recursos nacionales no se incorporaron formalmente.

Ante ese cuadro, se le consultó:"¿Alguien sabe en qué se gasta la plata de los tucumanos?"

La respuesta de Cano fue contundente: "No. No lo sabemos porque la ejecución no se analiza y no se crea la Comisión Especial que exige la Constitución."

Incluso señaló inconsistencias graves en el Presupuesto 2026: mientras la elevación oficial habla de $4,9 billones en gastos, el desagregado sumado hoja por hoja arroja cerca de $7 billones. "¿A quién beneficia eso?", se preguntó.

Cano cuestionó la falta de transparencia: "La cuenta de inversión se aprueba por el silencio" 

En el tramo final de la entrevista, Cano insistió en que su pedido para que se traten las cuentas de inversión de 2022, 2023 y 2024 no es un planteo aislado ni un gesto opositor, sino un reclamo básico de cumplimiento institucional. Recordó que incluso dentro del propio debate en El Avispero surgió una idea peligrosa: la percepción de que "el silencio es algo positivo" y que, en Tucumán, finalmente todo termina pasando sin que nadie rinda cuentas.

El legislador advirtió que esta situación no es menor. "Cualquier ciudadano podría hacer una presentación por incumplimiento de deberes de funcionario público", remarcó, describiendo el escenario como "una espada de damocles" que podría comprometer al Poder Ejecutivo, al Poder Legislativo y al Poder Judicial si no se corrige.

Cano recordó que este trabajo lo inició junto a Álvaro Aurane, cuando -según dijo- todavía nadie hablaba en Tucumán de la cuenta de inversión. Aquella investigación derivó en una fuerte confrontación con el titular del Tribunal de Cuentas y en presentaciones judiciales que, reconoció, cayeron en un sistema que funciona como "un elenco estable que garantiza que ninguna causa prospere, salvo las que les interesan a ellos".

"No es un capricho de un legislador opositor. Es cumplir la Constitución", insistió. Y dejó una pregunta incómoda: "¿Cuál es el motivo para que no discutamos de cara a la sociedad la calidad del gasto público en Tucumán?".

ENTREVISTA COMPLETA: