A menos de dos semanas de las elecciones legislativas, Javier Milei ya tiene definido cómo quedará configurado su gobierno después del 26 de octubre. Sin importar el resultado, el oficialismo avanza en una reestructuración del gabinete impulsada por la Casa Blanca y por el asesor presidencial Santiago Caputo, figura cada vez más gravitante en el entorno libertario.

El vínculo con los Estados Unidos se consolidó tras la derrota en Buenos Aires y las recientes tensiones por el caso Libra y las denuncias de supuestas coimas. Con el apoyo político de Donald Trump, el monitoreo norteamericano sobre la situación económica y política argentina se volvió constante.

En ese contexto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, publicó un mensaje que generó impacto en los mercados: "El Tesoro compró pesos en el mercado de swaps de Blue Chips y en el mercado al contado. Se mantiene en estrecha comunicación con el equipo económico argentino mientras trabaja para que Argentina vuelva a ser grande".

La influencia de Washington también se percibe en el armado político. Santiago Caputo -el asesor más cercano a Milei- mantuvo reuniones con el estratega republicano Barry Bennett, además de contactos con gobernadores y dirigentes sindicales, en busca de apoyo para las reformas laboral e impositiva.

Fuentes de la Casa Rosada admiten que el gobierno estadounidense "monitorea en tiempo real" tanto la política interna como el mercado cambiario argentino. El empresario argentino radicado en Miami, Leonardo Scatturice, socio de Bennett y principal accionista de Flybondi, aparece como intermediario clave entre Buenos Aires y Washington.

Caputo concentra cada vez más áreas de poder: desde la SIDE y la agencia ARCA hasta la comunicación oficial y el seguimiento de privatizaciones. Del otro lado del tablero, Karina Milei y Guillermo Francos resisten su avance dentro de un esquema de tensiones que ya divide al gabinete.

Macri, por su parte, intenta mantener su influencia a través de Francos y observa con cautela la interna libertaria. Desde el entorno presidencial reconocen que Milei evalúa otorgar a Santiago Caputo un rol formal dentro del gabinete, aunque eso podría alterar el equilibrio con su hermana y mano derecha.

"El objetivo de Estados Unidos es tener a Caputo en una posición institucional", afirma una fuente con vínculos en el entorno de Trump. Entre las opciones se barajan la Jefatura de Gabinete, el Ministerio del Interior o una vocería estratégica con poder de decisión.

Mientras tanto, la interna libertaria en la provincia de Buenos Aires también se recalienta. Sebastián Pareja, operador de Karina Milei, enfrenta cuestionamientos por la fiscalización y la falta de recursos en los distritos. "Esto es un despelote", admiten desde el propio espacio.

En paralelo, Milei refuerza su alineamiento con el trumpismo. En Washington ya se prepara un nuevo evento de la CPAC Argentina -la conferencia conservadora que nuclea al ala más dura del Partido Republicano-, donde el Presidente podría participar a fin de año como gesto político hacia su principal aliado internacional.

Con las elecciones a la vista, el Gobierno busca afianzar un doble objetivo: sostener el vínculo con Trump y ordenar las disputas internas. En Balcarce 50 lo resumen con una frase: "Después del 26, empieza otro gobierno".