Reforma tributaria: Milei apuesta a un "mini RIGI" para reactivar la economía en 2026
El Gobierno relanza beneficios fiscales para PyMEs, reduce impuestos y acelera incentivos con el nuevo RIMI, mientras admite que el impacto del RIGI recién se verá en varios años.
Con la mirada puesta en 2026, el equipo económico de Luis Caputo asumió que deberá impulsar inversión y consumo para sostener la recuperación. En ese marco, avanza una batería de alivios impositivos y estímulos a PyMEs que acompañan la reforma laboral y buscan dinamizar la economía de corto plazo.
A un año de haber enviado al Congreso la Ley PyME, la Casa Rosada vuelve a empujar los mismos beneficios, ahora rebautizados como Régimen de Incentivo a las Medianas Inversiones (RIMI), diseñado con parámetros similares al RIGI, pero enfocado en capitales menores y ejecución más rápida.
Mientras el RIGI acumula más de 20 anuncios de grandes proyectos -ninguno aún iniciado- y promete resultados recién en cuatro o cinco años, el Gobierno apuesta a este "mini RIGI" para reactivar sectores del conurbano golpeados por el ajuste y atraer inversiones desde montos mucho más bajos.
El plan incluye una reducción del Impuesto a las Ganancias para empresas: la alícuota máxima bajaría del 35% al 31,5%, y la escala del 30% al 27%. Además, Economía impulsa elevar el mínimo no imponible y las deducciones para trabajadores y autónomos, resignando recaudación a cambio de un repunte económico en 2026.
Para las PyMEs, el RIMI prevé amortización acelerada y devolución de IVA para nuevos proyectos. Los montos mínimos van desde U$S 150.000 para microempresas, y continúan con tramos de U$S 600.000, U$S 3,5 millones, U$S 9 millones y U$S 30 millones, según el tamaño de cada firma. Todas podrán acceder a certificados de crédito fiscal.
Cambios en impuestos, impacto en el consumo y costo fiscal
El esquema tributario también suma modificaciones puntuales. En IVA, se propone eximir la energía eléctrica destinada a sistemas de riego agroindustrial y ajustar por inflación los saldos a favor del contribuyente. En Ganancias, se elimina el impuesto cedular que gravaba renta financiera y transferencias de inmuebles.
El paquete incluye una fuerte baja en impuestos internos, que dejarán de aplicarse a productos electrónicos, bienes suntuarios, autos y motos, aeronaves, embarcaciones, celulares, seguros, servicios audiovisuales, entradas de cine, videogramas grabados y alquileres destinados a vivienda sin unidades locadas.
Todo este alivio tiene un costo para el Estado. Según el borrador del Presupuesto 2026, el gasto tributario se ubicaría alrededor del 3,5% del PBI, cifra que podría crecer con estas nuevas medidas. Especialistas consultados por Ámbito advierten que la reducción de Ganancias para empresas será la de mayor impacto fiscal y solo podría compensarse si la economía logra una recuperación sostenida el próximo año.