Gerardo Cipolini, de 82 años, es contador público, dirigente histórico de la Unión Cívica Radical y representante de la provincia de Chaco en la Cámara de Diputados. Este miércoles estuvo a cargo de conducir la jura de los nuevos legisladores por ser el integrante de mayor edad en el recinto, un rol protocolar que terminó quedando marcado por la polémica.

Nacido el 29 de marzo de 1943 en Buenos Aires, se radicó desde joven en Roque Sáenz Peña, donde estudió en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y fundó su propio estudio contable. Su carrera política tomó impulso en 1999, cuando fue elegido presidente del Concejo Deliberante. Ocho años más tarde llegó a la intendencia, cargo en el que fue reelecto dos veces y ocupó hasta 2019.

En ese mismo año asumió por primera vez como diputado nacional dentro de Juntos por el Cambio. Fue reelecto en 2023 y su mandato se extenderá hasta 2027. Afiliado a la UCR desde 1962, proviene de una familia tradicionalmente radical. Está casado y es padre de tres hijos.

El micrófono abierto que lo expuso y las frases que desataron el repudio

Durante la jura, Cipolini quedó captado por los micrófonos de la transmisión oficial pronunciando frases inapropiadas sobre tres legisladoras. La primera destinataria fue Rosario Goitia, cuando mientras era llamada para acercarse al estrado, el chaqueño comentó: "¿Quién es Rosario Goitia? ¡Qué buena que está! Qué bien está la peruca".

Minutos más tarde, repitió comentarios similares hacia María Graciela de la Rosa, diputada electa por Formosa. El episodio se reiteró por tercera vez cuando, al pasar frente al estrado, Mónica Becerra recibió un "¡Che, qué linda!". Los fragmentos fueron viralizados rápidamente en redes sociales y generaron cuestionamientos dentro y fuera del recinto.

La diputada Cecilia Moreau lo cruzó públicamente: "Algunas se ríen. A otras no les importan. Le pido con toda humildad que ofrezca las disculpas correspondientes".

Cipolini, sin embargo, negó haber pronunciado esas frases y apuntó contra la edición de los videos: "La tecnología ha avanzado a límites casi inconcebibles. Uno sale diciendo cosas que no ha dicho. No voy a pedir perdón de algo que no he dicho. Soy un hombre grande, tengo hijas y nietas. Lo repudio totalmente".