Un Superclásico que se jugó también en el Gobierno

El triunfo de Boca Juniors por 2-0 ante River Plate en el Superclásico del domingo trascendió las canchas y llegó a los despachos oficiales. La victoria xeneize provocó un divertido intercambio entre Luis Caputo, ministro de Economía, y Sandra Pettovello, titular de Capital Humano, que llevó la eterna rivalidad futbolera al corazón del Gobierno de Javier Milei.

Todo comenzó cuando Felipe Núñez, integrante del equipo económico presidencial, publicó en la red X un mensaje que no pasó desapercibido: "Cómo lloran las gallinas jajaja", escribió, en clara alusión a los hinchas millonarios. Su comentario rápidamente se viralizó y desató la respuesta de varios funcionarios.

La respuesta de Caputo y la réplica de Pettovello

Entre los primeros en reaccionar estuvo Luis Caputo, reconocido simpatizante de River. Con ironía, el ministro retrucó: "Justo Sandra estaba buscando gente en Capital Humano!!", involucrando a su colega y dejando abierta la puerta para una respuesta inevitable.

Sandra Pettovello, fanática de Boca, no tardó en contestar con una chicana que encendió aún más la conversación: "Bienvenido a CH. Por acá siempre en la A", recordó, haciendo alusión al histórico descenso de River a la B Nacional en 2011.

El joven Núñez cerró el cruce con humor y complicidad: "Gracias, Sandra. Es un honor", junto a una imagen icónica de Juan Román Riquelme y Martín Palermo celebrando un gol ante el Millonario en el estadio Monumental.

El impacto del Superclásico más allá del fútbol

El duelo, que terminó con goles de Exequiel Zeballos y Miguel Merentiel, no solo aseguró a Boca la clasificación a los octavos de final del Torneo Clausura 2025, sino también su pasaje directo a la Copa Libertadores 2026.

River, en cambio, quedó en una situación complicada: deberá ganar sus próximos partidos para mantener chances de avanzar y asegurar un cupo internacional.

En las redes sociales, las cargadas no tardaron en multiplicarse. Las bromas y los memes inundaron las plataformas digitales, dejando en claro que, incluso dentro del poder político, la pasión por el fútbol argentino sigue siendo un terreno donde nadie se mantiene neutral.

Un reflejo del país futbolero

Este episodio volvió a demostrar que en Argentina la política y el fútbol se cruzan constantemente, incluso entre los funcionarios más encumbrados. El Superclásico no solo define alegrías y frustraciones deportivas: también marca el pulso del humor nacional, incluso en los pasillos del gabinete presidencial.