Tras la reducción de retenciones para el agro, la industria pesquera elevó un pedido formal al ministro de Economía, Luis Caputo, para eliminar o recortar los derechos de exportación que gravan al sector. Las principales cámaras empresariales advierten que los tributos actuales generan una desventaja competitiva frente a otras actividades que ya recibieron beneficios fiscales y que la situación amenaza directamente al empleo, a la flota y a la continuidad de las plantas procesadoras.

Según sostienen, la pesca quedó "fuera" del paquete de alivio que alcanzó a distintas economías regionales del NOA y NEA, como el limón, yerba mate, arroz, algodón, tabaco, maní, legumbres y forestación; a las actividades frutihortícolas, parte del complejo vitivinícola, la economía del conocimiento, sectores mineros y también a la industria petrolera y gasífera.

La exclusión profundizó el reclamo: las cámaras remarcan que la pesca es una de las pocas actividades 100% exportadoras que todavía mantiene retenciones, a pesar de su peso en ciudades como Mar del Plata, Puerto Madryn, Rawson, Puerto Deseado y Ushuaia.

Un sector clave para las economías del litoral marítimo

Los empresarios describen al complejo pesquero como "el motor económico" del litoral marítimo. Aseguran que su impacto trasciende la actividad primaria e impulsa cadenas asociadas como estibaje, logística, frío, transporte, talleres navales, metalmecánica y servicios portuarios. En este contexto, advierten que los derechos de exportación presionan sobre una estructura muy dependiente de los costos y vulnerable a las variaciones del mercado internacional.

El sector exporta más del 90% de su producción, mientras que el consumo interno apenas alcanza entre 5 y 6 kilos por habitante al año. Por eso, cada punto adicional en la carga impositiva recae de forma directa sobre la rentabilidad.

Además, comparan la situación con la de otros países competidores: muchas pesquerías internacionales trabajan con subsidios, acuerdos comerciales con tasas cero y menores cargas fiscales. "Competimos en desventaja desde el minuto uno", alertan.

El impacto social y económico: plantas, flotas y empleo en riesgo

La industria pesquera advierte que la continuidad de plantas y embarcaciones depende de manera directa de la reducción de retenciones. Señalan que se trata de una de las medidas "de menor costo fiscal y mayor impacto social", especialmente en regiones donde la pesca es prácticamente la única actividad económica relevante.

La estructura del sector -mano de obra intensiva, costos fijos altos y exposición total al mercado externo- hace que la presión tributaria actual se vuelva "insostenible" para muchas empresas, que ya evalúan recortes o paralización de operaciones.

Las cámaras que firmaron el pedido incluyen a CAPECA, CAPA, CAIPA, CAABPA, AEPCYF, UDIPA, CAPIP, CEPA y CAFREXPORT, que representan a los distintos segmentos de la industria.

Números en alza: la actividad crece, pero pide alivio

Mientras continúa el reclamo, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca informó que, al cierre de noviembre, los desembarcos superaron los registros del mismo período de 2024: 758.074 toneladas contra 755.688 del año anterior. Además, ya se superó por más de 50.000 toneladas el total de 2023.

Aun con ese crecimiento, el sector sostiene que la eliminación de retenciones es imprescindible para sostener el entramado productivo, evitar un deterioro mayor en las ciudades costeras y recuperar competitividad en el mercado internacional.