Paritarias en tensión: el Gobierno quiere renegociar el acuerdo de Comercio y el gremio se planta
La Secretaría de Trabajo desconoce el aumento del 5,4% pactado entre FAECYS y las cámaras empresarias, y convocará a renegociar. El gremio rechaza la medida y ratifica la validez del acuerdo.
La Secretaría de Trabajo anunció que convocará en los próximos días a las partes involucradas en el acuerdo paritario de los empleados de Comercio para renegociar sus términos. La decisión se conoció luego de que el organismo pusiera en duda la validez del entendimiento firmado el 29 de abril entre la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) y las principales cámaras del sector, que estipulaba una suba del 5,4% escalonada en tres meses.
Desde el Ministerio de Capital Humano argumentaron que, "dado el contexto general", es necesario revisar el acuerdo y "alcanzar uno nuevo", dejando entrever que el porcentaje pactado es considerado elevado por el Ejecutivo. Según trascendió, el Gobierno no está dispuesto a convalidar aumentos superiores al 1% mensual.
FAECYS ratificó el acuerdo y se declaró en alerta
La respuesta del sindicato no tardó en llegar. A través de un comunicado, FAECYS reafirmó la vigencia del acta firmada y advirtió que no aceptará modificaciones. La organización sindical recordó que el acuerdo fue rubricado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (UDECA), y que incluye una cláusula que garantiza su aplicación aunque la homologación demore.
En sintonía, el Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal (SEC) cuestionó lo que considera una "intromisión del Gobierno en paritarias libres" y anunció un "estado de alerta", con asambleas en los lugares de trabajo.
Incertidumbre entre los trabajadores y empleadores
El conflicto suma tensión porque no todas las empresas abonaron el incremento correspondiente a abril. Supermercadistas y mayoristas se resisten a pagar mientras no haya homologación oficial, lo que generó malestar entre los delegados y trabajadores, que exigen el cumplimiento inmediato del aumento acordado.
La situación deja en evidencia el nuevo rumbo del Gobierno respecto a las paritarias: congelar las negociaciones o limitarlas a aumentos mínimos, aún si cuentan con consenso entre las partes.