Desde 2016, la peregrinación en honor a San Cayetano, patrono del trabajo y el pan, reúne a miles de manifestantes que exigen mejores condiciones sociales y laborales. Esta convocatoria, que surgió en plena gestión de Mauricio Macri, movilizó en su primera edición a más de 300 mil personas que partieron desde el santuario ubicado en Liniers, Buenos Aires.

En 2025, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) encabezará la novena edición de esta movilización, con la particularidad de que será la primera sin el apoyo ni bendición del Papa Francisco, fallecido en abril. La marcha tiene previsto desarrollarse el domingo 7 de agosto y aún no está confirmado si finalizará en Plaza de Mayo o en el Congreso Nacional.

Amplia unidad sindical y social para una jornada de reclamos

Este año, la convocatoria busca unificar a más de 70 gremios y organizaciones sociales, incluyendo la CGT, la CTA, la Unión Obrera Metalúrgica, ATE y agrupaciones que representan a trabajadores de la economía popular, sectores estudiantiles, movimientos feministas y de derechos humanos, además de agrupaciones políticas diversas que se oponen a las políticas del Gobierno de Javier Milei.

La UTEP, liderada por Alejandro "Peluca" Gramajo, remarca que esta movilización es un llamado a la solidaridad y a la lucha contra las políticas que, según sostienen, generan pobreza, desempleo y recortes en derechos fundamentales. La consigna central es pedir "Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo" en defensa de los sectores más vulnerables.

Un homenaje y un llamado a la unidad en tiempos difíciles

Como parte de la organización, se prevé realizar un homenaje especial a Papa Francisco frente a la Iglesia de Flores, reconociendo su papel en la defensa de los derechos de los pobres y trabajadores. La UTEP trabaja para articular la logística y garantizar una convocatoria masiva y ordenada.

Además, la UTEP anunció que antes de la peregrinación, el 17 de julio habrá una movilización conjunta con trabajadores del Hospital Garrahan y centros de atención a personas con adicciones, denunciando la falta de financiamiento y apoyo estatal para estos espacios.

Esta marcha de San Cayetano representa un momento clave para el movimiento obrero y social, que busca hacer escuchar sus reclamos en medio de un escenario político polarizado y un gobierno con políticas económicas cuestionadas por los sectores populares.