Javier Milei y Victoria Villarruel volverán a mostrarse distanciados este 20 de junio, en los actos por el Día de la Bandera. El Presidente encabezará una ceremonia en el Campo Argentino de Polo, mientras que la Vicepresidenta viajará a Rosario para participar del acto que organiza el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro.

Desde el entorno presidencial confirmaron que no está previsto invitar a Villarruel al acto porteño. "No la vamos a llamar, la relación está rota", afirmaron con contundencia desde la Secretaría General de la Presidencia, que lidera Karina Milei.

Un vínculo cada vez más deteriorado

El distanciamiento entre Milei y Villarruel lleva meses. El Presidente no la saludó en el Tedeum del 25 de mayo y la excluyó de la caminata protocolar. En esa ocasión, lanzó una frase lapidaria: "Roma no paga traidores". Tampoco la invitó a la cena oficial posterior a la apertura de sesiones del Congreso el 1 de marzo, donde incluso la interrumpió en público.

Desde entonces, Karina Milei la dejó afuera del armado político de La Libertad Avanza y la acusan de tener "agenda propia". En el oficialismo le reprochan su posición crítica ante medidas clave como el uso interno de las Fuerzas Armadas para combatir el terrorismo, decretado por el Ejecutivo.

Sin lugar en la mesa política del oficialismo

Villarruel también fue señalada por no apoyar el decreto que impulsaba la designación de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema. Por eso, la Vicepresidenta quedó marginada de las negociaciones políticas con los bloques legislativos y ya no participa de las definiciones de Balcarce 50.

El próximo cruce institucional será el miércoles 25 de junio, cuando el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, exponga su informe de gestión ante el Senado. Se espera un clima tenso, aunque sin confrontación directa.