Milei negó problemas para caminar por la calle y acusó a la oposición de armar escraches
Tras el incidente en Ushuaia, el Presidente apuntó contra sectores kirchneristas por organizar manifestaciones violentas. Aseguró que su relación con la gente es buena y que los intentos de mostrarlo aislado son parte de una campaña.
Milei tras el escrache en Ushuaia: "La calle no es un problema para mí"
El presidente Javier Milei se refirió al tenso episodio vivido en Ushuaia, donde un grupo de manifestantes lo increpó durante una actividad oficial. Lejos de mostrarse afectado, el mandatario aseguró que puede salir sin inconvenientes: "Yo salgo a la calle y nunca tengo problemas. Siempre puede haber alguien que se queje, eso es parte de la democracia", dijo en una entrevista con Antonio Laje en A24.
Para Milei, los hechos no fueron espontáneos, sino parte de una movida política: "Quieren instalar que no puedo caminar porque la gente me odia, pero es al revés. Hay un apoyo enorme, lo que pasa es que estos grupos actúan con intolerancia".
Acusaciones al kirchnerismo y defensa de la democracia
El Presidente fue más allá y acusó directamente al kirchnerismo de fomentar un clima de violencia. "No toleran que haya ideas distintas. Usan recursos públicos, bloquean actos y encima lo hacen en nombre de la democracia. Eso sí es peligroso", afirmó.
Milei aseguró que los escraches no solo ocurrieron en Ushuaia, sino también en otras ciudades del conurbano, como Lomas de Zamora y Moreno. "Esto no es un repudio ciudadano, es un acto organizado, con consignas y logística. Eso queda claro cuando la información circula", remarcó.
"Un tuit no es lo mismo que una trompada"
Durante el reportaje, también se metió en el debate sobre la violencia política y su vínculo con las redes sociales. "Me preocupa el nivel de agresividad que hay. Pero no es lo mismo un tuit que una agresión física. Para mí, violencia es cuando atacás la libertad o la propiedad de otro", sostuvo.
Según Milei, los escraches y bloqueos responden a una lógica de destrucción política. "Si el kirchnerismo no gobierna, destruye. Eso es parte de su ADN. Y lo que más daño le hace a la democracia es eso: no aceptar el disenso".