La referente del espacio libertario, Lorena Villaverde, tomó la decisión de renunciar a su banca en el Senado. Sin embargo, aclaró que seguirá desempeñando su rol como diputada, manteniendo su representación legislativa.

La decisión sorprende por el movimiento político: alejarse de una cámara alta para continuar en la baja, una elección poco frecuente entre dirigentes recién electos.

Motivos de la renuncia

Según su propio anuncio, Villaverde explicó que su salida del Senado responde a una estrategia interna: considera que su voz puede tener mayor impronta desde Diputados. Además, busca concentrarse en una agenda más activa, con mayor alcance político y legislativo, en un contexto que cree "más productivo" desde la Cámara baja.

Aunque prefirió no entrar en polémicas, su decisión abrió el juego dentro de su espacio y generó especulaciones respecto de futuras maniobras internas.

Qué implica para la escena política

La renuncia tiene varias aristas de relevancia:

-Representa un gesto fuerte desde su partido, posiblemente orientado a redefinir prioridades legislativas.

-Abre el interrogante sobre quién ocupará su banca vacante en el Senado y cómo eso puede afectar la correlación de fuerzas.

-Puede modificar la dinámica interna del bloque libertario, al centrar liderazgo y agenda en la Cámara de Diputados.

¿Y ahora? Qué viene

Villaverde anticipó que seguirá trabajando desde Diputados, con foco en sus proyectos y en consolidar su presencia política. En cambio, su banca en el Senado quedará vacante, a la espera de que su espacio designe reemplazo.

El traslado de su influencia de la cámara alta a la baja será observado de cerca por dirigentes, analistas y medios. Sus próximos pasos podrían reconfigurar parte del tablero legislativo.