La Libertad Avanza vive horas de euforia en la Cámara de Diputados. Tras semanas de negociaciones silenciosas, el bloque que conduce Gabriel Bornoroni prepara su ingreso formal con una lista que podría alcanzar los 94 legisladores, número que dejaría al oficialismo a un paso de desplazar al peronismo como primera minoría.

El salto es significativo: LLA había salido de las urnas con 79 diputados pero, en solo un mes, logró sumar más de 14 incorporaciones. "En cuatro años pasamos de dos diputados a ganar la presidencia y tener casi un centenar de bancas", celebró un legislador libertario.

La estrategia: seducir pases y presionar a gobernadores

Tras fracasar el intento en el Senado con Lorena Villaverde, el oficialismo intensificó la "caza" en Diputados. A los primeros pases desde el PRO -Arabia, Ajmechet, Rodríguez Machado, Vásquez y Giuidici- se agregaron González Estevarena, Avico, Almena, Razzini y Bongiovanni. También se acopló el grupo de "radicales con peluca": Mariano Campero, Luis Picat y Federico Tournier.
Con ellos, LLA llegó a 91 escaños y ahora apuesta a cerrar el arribo de José Nuñez y Lorena Petrovich, también del PRO.

En paralelo, el Gobierno busca que gobernadores peronistas no kirchneristas rompan con Unión por la Patria. El principal objetivo es el catamarqueño Raúl Jalil, aunque también observan al santiagueño Gerardo Zamora. Con una sola ruptura, reconocen en LLA, la correlación de fuerzas podría cambiar.

El peronismo intenta retener su bloque

Tras las elecciones, el bloque peronista contabilizaba 98 miembros. Pero pronto aparecieron fisuras: el tucumano Javier Noguera anunció que se sumará al bloque Independencia de Osvaldo Jaldo, y un camino similar evalúa el puntano Jorge "Gato" Fernández.

Aun así, en el PJ aseguran que los santiagueños seguirán dentro de Unión por la Patria y minimizan la presión libertaria.

Un cierre a contrarreloj

Los bloques tienen hasta hoy para formalizar su composición y, mientras continúan las negociaciones, en LLA sueñan con dar el "zarpazo" que los coloque como la primera minoría. Aunque el título es simbólico, la movida les permitiría llegar mejor posicionados al reparto de comisiones y fortalecer su peso político en el recinto.