El pasado 26 de febrero, un avión privado proveniente de Miami aterrizó en Aeroparque con Laura Belén Arrieta a bordo, quien estuvo vinculada a la organización de la CPAC en Argentina. El vuelo, que despertó sospechas por supuestas irregularidades en los controles aduaneros, provocó una investigación oficial. La Aduana, en su primer comunicado sobre el caso, aclaró que el avión estuvo en tránsito durante siete días, del 26 de febrero al 5 de marzo, y confirmó que no hubo novedades en el procedimiento habitual de control.

El avión en cuestión y los procedimientos de control

El avión Bombardier Global 5000, con matrícula N18RU, es de una alta gama y pertenece a la firma COC Global Enterprise. Al llegar a Buenos Aires, el aeronave fue registrada y no se encontraron irregularidades durante el procedimiento. Según la Aduana, tanto la tripulación como los pasajeros, incluido Arrieta, pasaron por los controles correspondientes, sin que se detectara ninguna anomalía. Sin embargo, la versión divulgada por el periodista Carlos Pagni, que mencionaba que las autoridades habrían dado una "orden de arriba" para evitar la inspección de equipajes, generó controversia.

A pesar de las versiones que apuntan a fallas en el control, la Aduana aseguró que, como parte de su protocolo, comenzó un sumario interno para investigar el caso y garantizar que no existan irregularidades. En caso de confirmarse cualquier anomalía, se tomarán medidas con el personal involucrado.

Contexto y reacciones políticas

La llegada del avión y las versiones sobre posibles irregularidades en los controles aduaneros han encendido el debate político en Argentina. La oposición, a través de la Coalición Cívica, presentó un pedido de informes en la Cámara de Diputados para obtener detalles sobre el ingreso de Arrieta al país y las supuestas irregularidades en el tratamiento de su equipaje.

Arrieta, de 32 años, es conocida por su vínculo con el círculo libertario, ya que participó activamente en la organización de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) que se celebró en Buenos Aires en diciembre. Además, su relación con Leonardo Scatturice, un empresario tecnológico y miembro clave de la CPAC, ha generado más cuestionamientos en torno a la conexión entre los eventos y las personas involucradas en el caso.