Kicillof, Massa y Máximo sellan el armado electoral del peronismo bonaerense
A horas del cierre de alianzas, el tridente peronista acelera las negociaciones para presentar un frente único en la provincia de Buenos Aires.
Con el reloj electoral corriendo, Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner se reunieron en la sede de la Gobernación bonaerense para ultimar detalles de lo que será la presentación del frente con el que el peronismo intentará competir unido en las elecciones del 7 de septiembre. El encuentro fue a solas entre los tres y marcó un paso fundamental para cerrar filas y evitar internas que puedan fragmentar el espacio.
La cumbre se dio 48 horas antes del plazo legal para formalizar alianzas en la provincia. La prioridad: lograr un acuerdo entre los principales sectores del PJ bonaerense, empujado por la urgencia de evitar una derrota electoral ante una oposición que apuesta al desgaste.
Un acuerdo frágil pero inevitable
La unidad parece encaminarse, aunque todos coinciden en que está sostenida con pinzas. "No hay margen para otra cosa que no sea acordar, pero está todo atado con alambre", reconoció un dirigente del Movimiento Derecho al Futuro. El clima interno está lejos de ser armonioso: hay tensión, desconfianza y pocas certezas sobre qué ocurrirá después de los comicios.
El PJ ya definió sus representantes para negociar las listas: por el lado de Kicillof, estarán Verónica Magario y Gabriel Katopodis; mientras que por el cristinismo, se suman los intendentes Mariel Fernández (Moreno) y Federico Otermín (Lomas de Zamora). La puja será por los lugares clave en la primera y tercera sección electoral, donde se concentra la mayor parte del voto bonaerense.
Milei como factor de cohesión
Aunque las diferencias internas son muchas, hay un punto en común que funciona como aglutinante: la preocupación por el rumbo del gobierno de Javier Milei. El temor a una profundización de la crisis social y económica se convierte en un argumento poderoso para apostar, aunque sea con reservas, a la unidad.
Los dirigentes buscan capitalizar el malestar por el cierre de fábricas, los despidos, el deterioro del consumo, la crisis energética y el abandono de obras públicas tras la disolución de Vialidad Nacional. Esa agenda, aseguran, será central para confrontar con el oficialismo nacional y recuperar terreno en territorio bonaerense.