Juliana Santillán es hoy una de las diputadas más visibles de La Libertad Avanza (LLA). Sin embargo, su historia política poco tiene que ver con el discurso anticasta que pregona. Antes de llegar al Congreso de la mano de Javier Milei, Santillán acumuló una trayectoria zigzagueante en espacios tradicionales como el radicalismo, Cambiemos e incluso sectores cercanos al peronismo. Hoy, a los 45 años, su nombre vuelve a estar en el centro de la polémica por sus declaraciones controversiales y por un pasado personal y profesional con muchas inconsistencias.

Del cruce televisivo al Congreso

La relación política con Milei comenzó en los pasillos del programa Intratables, cuando ella defendía el cepo de Mauricio Macri y él lo repudiaba. Fue detrás de cámaras donde forjaron un vínculo que, tiempo después, la llevaría a integrar las listas legislativas de LLA. Desde entonces, Santillán se presenta como una outsider de la política, aunque su pasado muestra lo contrario.

En los últimos días volvió al centro de la escena tras acusar sin pruebas a médicos del Hospital Garrahan de manipular estadísticas y minimizar la crisis económica con un dato falso: sostuvo que una familia tipo podía vivir con 360 mil pesos, una cifra que el Indec establece como mínima para una sola persona. El economista Martín Redrado la corrigió en vivo.

Interna libertaria y malestar en la Rosada

Aunque el oficialismo defendió sus dichos en redes sociales -incluso el propio presidente Milei retuiteó mensajes de apoyo-, en el bloque libertario cayó mal que se expresara sin coordinación. "Se mandó sola", deslizaron fuentes cercanas al espacio, en alusión a su relación directa con el Presidente. La situación se produjo en un momento clave: en plena previa de una sesión en la que se debatían temas sensibles como la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad.

El episodio encendió alertas dentro del bloque. No es la primera vez que Santillán incomoda a sus propios compañeros. En septiembre pasado, durante el tratamiento del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria, su intervención dejó dudas: comenzó su discurso, se detuvo, gesticuló, manipuló el celular y continuó. El video se viralizó y surgieron sospechas de que usaba un audífono oculto. Ella lo negó.

Una carrera plagada de inconsistencias

El recorrido de Santillán por la política comenzó mucho antes de lo que ella misma admite. Aunque asegura haberse involucrado en 2015, existen fotos suyas en actos con el exintendente marplatense Elio Aprile que datan de los años 2000. También se la vio junto a María Eugenia Vidal, aunque desde el entorno de la exgobernadora niegan haber trabajado con ella. "Nunca fue parte de nuestro equipo", afirman.

En 2021 se postuló como precandidata a senadora provincial dentro del frente de Juan José Gómez Centurión. Sin embargo, el propio Centurión dijo no conocerla. Desde su entorno explicaron que fue postulante del partido Unión por Todos gracias a la gestión de un empresario, pero no logró superar el 1,5% de los votos en las PASO.

Un año antes, intentó sumarse a Republicanos Unidos, el espacio liderado por Yamil Santoro. Afirmó ser abogada, pero pronto surgieron dudas sobre su formación. "Empezó a plagiar columnas y notamos que escribía con errores graves", contó Santoro. Tras una auditoría, se descubrió que no tenía título universitario. "La confronté y se fue", resumió.

En su declaración jurada asegura tener estudios universitarios, pero en redes se presenta como "diplomada en economía austríaca" por la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade). Lo cierto es que solo cursó un programa ejecutivo online de 19 encuentros, con una duración de dos meses y medio.

Errores ortográficos y títulos dudosos

Sus publicaciones en redes han sido objeto de burlas y críticas por los errores ortográficos: escribió "atrazar" con z, "halla pasado" y "cluacas" en lugar de cloacas. En un tuit llegó a decir que cursaba dos doctorados en derecho, aunque sus fallas básicas del idioma desmienten esa afirmación.

El diario La Nacion intentó contactarla para consultar sobre su formación, pero no obtuvo respuesta.

La Santillán de antes: radical, vidalista y mediática

Más allá de los errores, el pasado de Santillán revela un perfil político más tradicional del que quiere mostrar. Militó en Cambiemos, apareció en actos con dirigentes del PRO en Mar del Plata, y fue fotografiada cerca del actual intendente Guillermo Montenegro. Desde su entorno aseguran que "nunca trabajó con ellos", aunque admiten que "quizás participó de alguna caminata".

En 2018 también buscó visibilidad mediática a través de su relación con Facundo Moyano, poco después de que el sindicalista se separara de Nicole Neumann. La exposición fue efímera, pero le sirvió para proyectarse nacionalmente.

De crítica a seguidora de Milei y aliada de Scioli

Durante años, Santillán se mostró como opositora de Milei en redes sociales. En 2019, el ahora presidente le cuestionaba cómo se financiaban los programas sociales de Vidal. Ella respondía con ironía y tono confrontativo. Sin embargo, hacia fines de 2021, esa relación cambió. En campaña, aseguró que fue Milei quien la llamó un sábado para confirmarle que integraría la lista.

Hoy, como diputada nacional, impulsa un proyecto que genera debate: la implementación de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol argentino. Para ello se vinculó con el empresario Guillermo Tofoni, el secretario de Turismo, Daniel Scioli, y el ministro Federico Sturzenegger. "Donde va Scioli, está ella", repiten en Mar del Plata. No falta a actos empresarios, aunque dentro del partido advierten: "No hace territorio".

Paradójicamente, en sus primeras apariciones televisivas, Santillán fue muy crítica de Scioli. En un panel de Intratables en mayo de 2017, lo cuestionó con dureza. Hoy comparten espacios y proyectos.

De los márgenes al centro del poder

La historia de Juliana Santillán es la de una dirigente que pasó de los márgenes del poder al centro de la escena política, con un pasado lleno de contradicciones, errores y pasos en falso. Aunque hoy se presente como abanderada de la lucha contra la casta, su recorrido revela que conoce desde adentro las lógicas de la política tradicional. Su vínculo directo con Milei la mantiene en pie, aunque dentro de La Libertad Avanza no todos están convencidos de que su presencia sume.