Investigan por tráfico de influencias a un allegado a un camarista federal
Una denuncia por presunto tráfico de influencias involucra a Luis Ontiveros, quien habría ofrecido contactos judiciales para favorecer a un detenido en Catamarca; la causa está en investigación por el fiscal Agustín Chit.
La denuncia radicada por Mario Alberto Martínez Salazar Pérez contra Luis Ontiveros por tráfico de influencias -investigada por el fiscal Agustín Chit- convulsionó a la Justicia Federal de Tucumán.
Según la denuncia, Ontiveros se comunicó y se reunió en distintas oportunidades con Martínez Salazar Pérez para pedirle dinero a cambio de una sentencia que beneficiara a su hijo Jerónimo Martínez Parada, detenido en Catamarca desde noviembre de 2022 por una causa de estafa, asociación ilícita y lavado de activos, entre otros delitos.
Según la hipótesis del fiscal Federal, Rafael Vehils Ruiz, Martínez Parada ha sido vinculado, entre otras 14 personas (propietarios y socios), a la estructura de operaciones de la financiera catamarqueña, RT Inversiones, investigada por supuesta asociación ilícita y delitos tributarios.
Ontiveros mantiene una relación no filial (crianza putativa) con el camarista Mario Leal, según comprobó el fiscal Agustín Chit en el marco de esta investigación. La Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán tiene ascendencia sobre el juzgado federal de Catamarca, donde se tramita la causa contra Jerónimo Martínez Parada.
Según la denuncia, Ontiveros habría ofrecido sus contactos judiciales para mejorar la situación judicial de Martínez Parada. Dos hermanos de Luis Ontiveros trabajan en la Justicia Federal y son secretarios privados del juez Mario Leal. A su vez, la pareja de Ontiveros, Solana Casella, es relatora de la vocalía de Mario Leal. Además, el magistrado junto a Ontiveros y Casella comparten la cátedra de Derecho Privado I de la UNT.
La causa, por el momento, está en etapa de investigación. El fiscal Chit está abocado a constatar los hechos denunciados.
Una particularidad del delito que se investiga, el tráfico de influencias, es que no requiere que se concrete el mismo. Para demostrar el tráfico de influencias alcanza con que el denunciado en este caso tenga acceso a las personas que pueden influir en la causa y, en este caso, eso ya estaría demostrado.
Las principales novedades de esta investigación podrían surgir del peritaje de Ontiveros, que entregó en sede judicial y aportó el código de desbloqueo. Este peritaje demorará cierto tiempo por la cantidad de información almacenada. Un dato que llamó la atención de los investigadores es que la defensa de Ontiveros se encargó de plantear varias nulidades respecto del peritaje del celular, a pesar que el investigado ya había aportado el patrón de desbloqueo.
La estrategia de la defensa también advirtió que la denuncia es consecuencia que la pareja de Ontiveros, Solana Casellas, se encuentra ternada para ocupar el juzgado federal número I, hoy a cargo del catamarqueño Guillermo Díaz Martínez y cuya subrogancia se vence en octubre próximo.