Interna en LLA: el Gobierno frena la campaña en Buenos Aires por falta de acuerdo político
Mientras Milei define el rumbo, Francos intenta mediar entre Karina Milei y Santiago Caputo.
El oficialismo decidió poner en pausa la campaña en la provincia de Buenos Aires en medio de tensiones internas no resueltas dentro de La Libertad Avanza (LLA). La estrategia para las elecciones legislativas del 7 de septiembre aún no está definida, y la Casa Rosada optó por congelar movimientos hasta ordenar el escenario.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se reunió en privado tanto con Karina Milei como con Santiago Caputo en un intento por descomprimir la disputa que atraviesa a los dos espacios clave del oficialismo.
Desde el cierre de listas, no hubo contacto formal entre ambos sectores. La agrupación "Las Fuerzas del Cielo", vinculada a Caputo, quedó relegada del armado bonaerense, lo que generó mayor tensión y parálisis en la organización de actos, recorridas y el eventual rol de Javier Milei en la campaña.
Diferencias de fondo y señales cruzadas
Mientras Karina Milei concentra el control de la estructura partidaria, Caputo se mantiene al margen del armado, aunque allegados al asesor aseguran que si el Presidente le pide que lidere la estrategia en Buenos Aires, lo hará. En su entorno dicen que esperan ese llamado en breve.
Por ahora, la única actividad visible fue la aparición de Patricia Bullrich junto a Maximiliano Bondarenko, candidato de LLA en la tercera sección electoral, en medio de un conflicto con la gestión de Axel Kicillof por el desplazamiento de policías bonaerenses.
El jefe del armado provincial es Sebastián Pareja, funcionario cercano a Karina. Una reciente reunión con el equipo de Tomás Vidal, del círculo de Caputo, fue el único intento de acercamiento, aunque sin avances concretos.
Milei busca equilibrio interno para ordenar el espacio
Desde el entorno presidencial aseguran que Javier Milei apunta a un reparto del poder interno "50 y 50" entre ambos sectores, para mantener la estructura territorial sin perder el control ideológico del proyecto. La idea es combinar militancia digital con una construcción territorial que garantice presencia en las provincias.
El Presidente no quiere que las diferencias internas se conviertan en un obstáculo para consolidar el proyecto político de cara a 2025. Mientras tanto, la campaña en Buenos Aires queda en pausa, y el reloj electoral sigue corriendo.