Interna en el poder libertario: la salida de Francos y el avance del triángulo Caputo-Karina-Adorni
El reemplazo de Guillermo Francos por Manuel Adorni marca un nuevo equilibrio dentro del círculo íntimo de Javier Milei, donde Karina y Santiago Caputo ganan protagonismo.
En los chats del Gobierno circula un sticker que ya se volvió símbolo: Luis Caputo levantando las cejas y tomando un sorbo de agua, en gesto de triunfo. Para el círculo libertario, es el "ancho de espada". El domingo electoral, apenas cerradas las urnas, Manuel Adorni respondió con esa imagen cuando alguien le preguntó si seguiría junto a Javier Milei. No solo continuaría: subiría de nivel.
El anuncio de su llegada a la Jefatura de Gabinete coronó una jugada que buscó equilibrar el poder entre Karina Milei y Santiago Caputo. A la secretaria general de la Presidencia, Milei le premió el armado político. Al asesor, el respaldo de Estados Unidos y su rol estratégico en la gestión. Pero en el tablero libertario había un tercer jugador que se resistía a dejar su lugar: Guillermo Francos.
El desplazamiento de Francos y las negociaciones internas
"Con Francos todo bien, pero él empezó a tirarnos a nosotros. Decía que se quería ir y ahora, que todo salió bien, quiere quedarse", deslizaron cerca de Caputo.
El triunfo electoral del domingo fortaleció a Karina Milei, que no contemplaba al exministro en su esquema de poder. La llegada de Adorni a la Jefatura de Gabinete simboliza el avance del karinismo dentro de la Casa Rosada. Detrás, Santiago Caputo prepara su desembarco formal en un superministerio que concentrará Interior, inversiones, transporte y áreas clave como Justicia, Salud y ARCA.
Francos, que se sintió ratificado al viajar con Milei al cierre de campaña en Rosario, terminó desplazado. Su intento de resistir se desmoronó cuando la Casa Rosada no desmintió los rumores sobre el ascenso de Adorni ni concretó la reunión que pedía con el Presidente.
El viernes, el exjefe de Gabinete fue marginado de una cena clave con Mauricio Macri en Olivos. Horas después, publicó su carta de renuncia en X. En cascada, también dimitieron el ministro del Interior Lisandro Catalán y otros funcionarios cercanos.
Caputo, Karina y el nuevo orden libertario
El ascenso de Adorni fue celebrado por el círculo más cercano de Karina Milei. "Ella nunca estuvo discutida internamente, pero ahora es indiscutible externamente", resumió un dirigente bonaerense del espacio. Para la hermana del Presidente, el cambio marca una consolidación de su poder y de su vínculo con Santiago Caputo, su socio político y operador de confianza ante Estados Unidos.
El lobbista republicano Barry Bennett, asesor de Caputo, también jugó su parte: viajó a Buenos Aires antes de las elecciones y regresó a Washington con la renuncia de Francos consumada. Desde ese entorno aseguran que Bennett y otros aliados norteamericanos veían con recelo al exjefe de Gabinete, al que consideraban "demasiado cercano a China".
En los próximos días, Milei viajará a Miami para participar del America Business Forum. Allí podría sellarse la nueva etapa del Gobierno, con Caputo fortalecido, Karina consolidada y Adorni en un rol de mayor exposición.
El peronismo, entre la derrota y la fragmentación
Mientras tanto, el peronismo atraviesa su propio terremoto interno. La noche electoral dejó imágenes de desconcierto: Sergio Massa pidiendo a Axel Kicillof reconocer la derrota, Máximo Kirchner furioso y una Cristina Kirchner distante, observando el ocaso de su espacio.
"La guerra con Cristina ya está declarada", confió un dirigente massista. En La Plata, Kicillof busca ahora proyectarse más allá del kirchnerismo, en un intento de reconstruir liderazgo en el interior del país.
Milei ganó las elecciones, pero el poder real aún se disputa dentro de su propio gabinete. En esa interna, el Presidente optó por conservar su triángulo de hierro: Karina, Santiago Caputo y Luis Caputo. Un equilibrio frágil, donde el riesgo sigue latente. Como dice el Evangelio: "Los que a hierro matan, a hierro mueren".