El Gobierno evalúa dos señales claves para reforzar reservas antes de fin de año
El equipo económico sigue de cerca la demanda de pesos y el movimiento del dólar para decidir cuándo y cuánto intervenir. La prioridad es sumar reservas sin desestabilizar el mercado y llegar a fin de año con mayor respaldo financiero.
El desafío de sumar dólares sin alterar el mercado
El Gobierno tiene claro que necesita engrosar las reservas del Banco Central para sostener el esquema cambiario y mostrar mayor solidez ante los inversores internacionales, especialmente antes de volver a testear los mercados con nueva deuda.
Según cálculos de la consultora Outlier, en noviembre el Tesoro logró comprar alrededor de US$1450 millones, aunque solo US$350 millones provinieron de operaciones en el mercado. El resto, unos US$1100 millones, fue provisto por el Banco Central, lo que dejó las reservas netas nuevamente en terreno negativo. Desde Ieral estiman que al cierre del mes pasado ese indicador rondaba los -US$15.600 millones.
Caputo mira la demanda de pesos y la profundidad del mercado
Luis Caputo adelantó que las próximas compras de dólares dependerán de dos variables clave: el aumento en la demanda de pesos y la profundidad del mercado cambiario.
Según explicó, si el ingreso de divisas puede hacerse acompañando un incremento en la demanda de dinero, entonces la acumulación se realiza sin presionar los pasivos remunerados, algo central para el equipo económico.
Los analistas coinciden en que diciembre suele generar mayores necesidades de pesos, lo que podría abrir una oportunidad para recomponer depósitos en moneda extranjera y fortalecer las reservas. Desde Ieral remarcaron que la economía aún está fuertemente desmonetizada, lo cual podría acelerar ese proceso en el corto plazo.
Sin embargo, advirtieron que la recuperación sostenida de la demanda de pesos dependerá de la consistencia del programa económico y de su capacidad para combinar estabilidad, crecimiento y empleo.
Compras moderadas para evitar sobresaltos cambiarios
Aunque haya margen para aprovechar un aumento en la demanda de dinero, el Gobierno reconoce que las compras de dólares deben ser prudentes. Con el tipo de cambio mayorista apenas un 4% por debajo del techo de la banda cambiaria, una intervención excesiva del Tesoro podría empujar la cotización y obligar al Banco Central a vender reservas.
Caputo fue claro: en un mercado que opera unos US$200 millones diarios, salir a comprar sumas muy superiores sería contraproducente. Por eso insiste en compras "inteligentes", que no generen volatilidad ni más inflación.
La estrategia oficial, al menos por ahora, es avanzar solo cuando el mercado acompañe y sin poner en riesgo la estabilidad que el Gobierno considera indispensable para la próxima etapa económica.