Gerardo Zamora, ¿el gobernador que puede unir al peronismo nacional?
Mientras Milei ajusta desde Buenos Aires, en el Norte Grande emerge una figura con peso propio: Gerardo Zamora mueve fichas para saltar al plano nacional y ya suena como opción para 2027.
Por estos días, mientras Javier Milei profundiza su estrategia de ajuste y confrontación con las provincias, en el interior del país -más precisamente en el Norte Grande- comienza a tomar forma una hipótesis política que, si bien todavía se mueve en el terreno de los trascendidos, tiene lógica, estructura y nombres propios. Uno de ellos es el de Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, radical de origen, peronista por acuerdos y pragmático por vocación. Zamora no es nuevo en esto.
Lleva años construyendo poder territorial, tejiendo alianzas, manteniéndose al margen de los grandes escándalos nacionales. Pero algo cambió. Desde hace algunos meses, su figura aparece con más frecuencia en las conversaciones de gobernadores, en los pasillos del CFI, en los cálculos del Instituto Patria, incluso en llamados cruzados entre dirigentes que piensan en el 2027 como un punto de inflexión para el peronismo.
Rumbo al Senado: una jugada estratégica
Zamora decidió unificar las elecciones provinciales con las nacionales de medio término, no solo para capitalizar el arrastre nacional, sino para ponerse al frente de la campaña como candidato a senador nacional. La movida tiene un objetivo concreto: sentarse en una banca con visibilidad federal y desde ahí proyectarse políticamente a nivel nacional. No es menor. En el escenario fragmentado que vive el peronismo, esa silla puede ser mucho más que un lugar en el recinto.
Detrás de esta estrategia hay un actor clave: Gildo Insfrán, el histórico gobernador de Formosa, viejo zorro del justicialismo, que ve en Zamora una figura de equilibrio entre las tribus del PJ. Incluso Juan Manzur, exgobernador de Tucumán y compañero de ruta en la construcción de la Liga de Gobernadores, habría sido consultado en las últimas semanas.
Mientras Milei ajusta, Zamora paga
Hace pocos días, Zamora sorprendió al anunciar un bono de $3.100.000 para los empleados estatales santiagueños. El dato no pasó inadvertido. En plena crisis fiscal, con recortes de Nación y provincias ajustando cuentas, Santiago del Estero muestra superávit y margen para ampliar el gasto público sin generar turbulencias. El contraste con la narrativa de "no hay plata" fue inmediato.
Según CB Consultora, dirigida por Cristian Buttié, Zamora fue el gobernador con mayor crecimiento en imagen positiva en junio: +2,8%. Mientras otros mandatarios del Norte sufrieron retrocesos, él subió. No sólo por el bono, también por la gestión, el vínculo con sus votantes y, quizá, por algo más emocional: una conexión popular que empieza a trabajarse en otro plano.
Guitarra en mano, una narrativa en construcción
En festivales, peñas y encuentros populares, Zamora aparece con guitarra en mano, cantando folklore, sonriendo, abrazando gente. Es una postal distinta. Lejos de la solemnidad de la dirigencia nacional, el santiagueño construye otra cosa: cercanía, simpleza, identidad local. Y lo hace con algo que no abunda en la política argentina: autenticidad.
Las redes amplifican esas escenas. Algunos las ven como un gesto demagógico. Otros, como parte de un relato más profundo: el del dirigente del interior que no niega su raíz, que canta, pero que también sabe gestionar, ordenar cuentas y construir alianzas.
Un nombre que empieza a sonar
Desde el Instituto Patria observan con atención su evolución. En tiempos de dispersión interna, el peronismo empieza a mirar hacia adentro, y sobre todo, hacia el norte. En ese mapa, Zamora aparece como un dirigente con base territorial sólida, acuerdos transversales, y una imagen que no genera rechazos masivos. No es poco en el escenario actual.
Falta mucho para 2027, pero algunos movimientos ya comenzaron. En voz baja, gobernadores y operadores coinciden en algo: el reacomodamiento del peronismo no vendrá de Buenos Aires, sino del interior profundo. Y en ese reordenamiento, Zamora ya no es sólo el gobernador de Santiago. Es un nombre en danza. Es una opción.