Tras la derrota en Buenos Aires, el FMI respaldó el rumbo económico del Gobierno
Luego del golpe electoral en la provincia de Buenos Aires y en medio de la tensión cambiaria, el Fondo Monetario Internacional ratificó su apoyo al programa económico argentino. "Respaldamos su compromiso con la estabilidad y el crecimiento", aseguró el organismo.
Aval internacional pese a la volatilidad local
El FMI rompió el silencio con un mensaje político y técnico: respaldó las últimas decisiones del equipo económico, incluida la reciente intervención sobre el dólar oficial. La vocera Julie Kozack confirmó que el organismo "colabora estrechamente con las autoridades argentinas" y destacó el compromiso del Gobierno con la sostenibilidad del esquema cambiario, monetario y fiscal.
El mensaje fue difundido horas después de la derrota electoral del oficialismo en PBA y replicado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien lo publicó en redes sin comentarios adicionales.
Señales de respaldo en medio de la presión financiera
El Gobierno viene atravesando semanas complejas en materia financiera: enfrentó una fuerte volatilidad por el desarme de las Lefi, debió endurecer el control monetario y aumentar los encajes bancarios para evitar una expansión desmedida de pesos. A pesar del ruido local, el Fondo evitó críticas y ratificó la hoja de ruta que acordaron en abril.
Desde entonces, el directorio del FMI ya aprobó un desembolso de USD 2.000 millones y mantiene reuniones técnicas periódicas con el equipo de Caputo. Aún así, no se pronunció sobre aspectos sensibles como el manejo de las tasas de interés o los cambios en la política de deuda.
Qué mira el Fondo y qué evita decir
Más allá del respaldo general, el Fondo no hizo mención específica al impacto de las elecciones ni a las tensiones internas en el Gobierno tras el revés en Buenos Aires. Tampoco opinó sobre la posibilidad de modificar metas ni sobre las presiones políticas que enfrenta Milei en el Congreso.
Por ahora, el mensaje busca sostener la credibilidad internacional del programa y dar una señal a los mercados, en un contexto donde los bonos rebotaron levemente pero las acciones siguen bajo presión.