Fentanilo, campaña y polarización: la tragedia sanitaria que se volvió bandera política
La crisis que dejó casi un centenar de muertes se transformó en terreno de disputa electoral. Milei cargó contra Kicillof y la Justicia, mientras crece la presión social por responsabilidades estatales.
Con un discurso vibrante y abiertamente confrontativo, Javier Milei lanzó en La Plata la campaña bonaerense de cara a septiembre. En un escenario violeta intenso, el Presidente dejó en claro su blanco predilecto: Axel Kicillof, convertido en emblema del kirchnerismo que el oficialismo busca derrotar.
La exposición estuvo milimétricamente guionada, pero no faltaron improvisaciones. Sin insultos directos -delegados al coro libertario- Milei apeló a descalificaciones y consignas contundentes. El "Nunca más", lema histórico de unidad nacional, fue apropiado como consigna de campaña: "Nunca más al kirchnerismo, a la corrupción, al estatismo".
El giro al fentanilo
Cuando parecía que el acto mantenía un libreto sin fisuras, Milei introdujo un tema inesperado: el escándalo del fentanilo contaminado, que ya se cobró casi un centenar de vidas. Denunció un "encubrimiento atroz" y apuntó al juez a cargo de la causa por ser hermano del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
"¿Les parece que el juez de la causa sea justo el hermano del ministro?", lanzó. El señalamiento encendió la polémica. La Vocería Presidencial fue aún más lejos: publicó en redes un comunicado exigiendo al magistrado que encarcele al dueño del laboratorio investigado, Ariel García Furfaro, bajo amenaza de recusación.
La respuesta judicial no tardó: "El Presidente debe abstenerse de interferir en una causa penal en curso. Respeto por las víctimas y por las instituciones", replicó el juez.
La tragedia y sus derivaciones
"Estamos ante la mayor tragedia sanitaria de nuestra historia", afirmó Pablo Javkin, intendente de Rosario, la ciudad más golpeada por la crisis.
Pero la decisión de politizar el tema abre un frente complejo para el Gobierno. Por un lado, familiares de víctimas reclaman justicia y confían en la investigación. Por otro, crece el debate sobre el rol del Estado y las falencias de los organismos de control.
La ANMAT había detectado deficiencias graves en el laboratorio HLB Pharma, pero permitió que siguiera produciendo durante tres meses. Ese retraso ahora pone bajo la lupa a varios funcionarios nacionales. A la par, los recortes en áreas sensibles aplicados por Federico Sturzenegger reavivan el interrogante sobre si la desregulación debilitó los controles sanitarios.
El trasfondo político
El fentanilo no es un tema nuevo en la arena internacional: fue motivo de disputa comercial entre Estados Unidos y China durante el gobierno de Donald Trump. Pero en Argentina, su irrupción en plena campaña bonaerense lo convierte en arma política de alto riesgo.
Para Milei, la estrategia de extrema polarización refuerza su narrativa de "batalla cultural". Sin embargo, el costo puede ser alto: la judicialización del caso y la recusación de Kreplak podrían retrasar la causa, mientras el riesgo sanitario sigue latente.
Una campaña nacionalizada
El arranque electoral en Buenos Aires se solapa con la campaña nacional. La Libertad Avanza busca imponer la lectura de un plebiscito entre dos polos: Milei o el kirchnerismo. Las terceras fuerzas quedan arrinconadas.
Las encuestas adelantan un escenario fragmentado: LLA aventaja en la Primera Sección, mientras Fuerza Patria mantiene ventaja en la Tercera. El interior bonaerense será clave para compensar.
En ese tablero, la tragedia del fentanilo pasó de crisis sanitaria a símbolo político. Pero la urgencia real -contener la emergencia, garantizar justicia y fortalecer los controles- sigue esperando respuestas de un Estado que, otra vez, llega tarde.