El riesgo de la división: el peronismo tucumano frente a una elección marcada por la polarización
Según el consultor Patricio Adorno, si el peronismo no logra unificarse, podría reeditar una derrota como la de las últimas elecciones provinciales. El escenario se vuelve aún más complejo por la fuerza del sello de La Libertad Avanza.
A medida que se acercan las elecciones legislativas de octubre, el panorama político en Tucumán comienza a definirse bajo dos tensiones centrales: una ciudadanía que votará en clave nacional, y un oficialismo provincial que podría pagar un precio alto si no logra ordenar su interna.
Así lo advierte el politólogo Patricio Adorno, de la consultora MERAKI, quien alertó que la fragmentación del peronismo puede volver a costarle bancas claves en el Congreso.
En un informe realizado para Enterate Noticias y El Avispero, Adorno explicó que el electorado tucumano votará principalmente con la mirada puesta en apoyar o rechazar al presidente Javier Milei, más que en evaluar gestiones locales. En ese contexto, La Libertad Avanza aparece como el espacio que capitaliza ese posicionamiento, no tanto por sus candidatos, sino por el peso del sello y la figura presidencial.
"Hay una gran porción del electorado que votará pensando en Milei, salvo un grupo específico: mayores de 65 años del interior que valoran la gestión de Osvaldo Jaldo", señaló Adorno.
La unidad como única estrategia viable
El dato más preocupante para el justicialismo es que el 84% de los encuestados elegiría un diputado de La Libertad Avanza o del peronismo, lo que acentúa la polarización y reduce el espacio para terceros actores. En ese marco, Adorno fue tajante: "Cada vez la ancha avenida del medio parece más un pasillo".
En este escenario, el consultor advirtió que si el peronismo va dividido, corre el riesgo de repetir el resultado de las últimas elecciones provinciales y perder poder legislativo. La fragmentación no solo complica la retención de votos, sino que puede favorecer la victoria del espacio que, aun con una base menor, se imponga como primera minoría.
"La suma del peronismo kirchnerista y no kirchnerista ronda el 45% de los votos, como en las últimas tres elecciones legislativas. Pero la transferencia de votos no es simétrica. Del jaldismo al kirchnerismo hay fluidez, pero no al revés: muchos votos se pierden, incluso al voto en blanco", explicó Adorno.
La fuerza del sello y la debilidad de los nombres
Otro dato clave del informe es que La Libertad Avanza mantiene un alto nivel de adhesión como marca, pero ese apoyo se diluye cuando se presentan los nombres concretos de los candidatos. "Si Milei no levanta la mano de su postulante, ese candidato no mide. Por eso, el sello sigue funcionando si es directamente asociado al presidente", remarcó el analista.
En ese sentido, Adorno consideró que el crecimiento de La Libertad Avanza está condicionado por la aparición de otras figuras competitivas, como el radical Roberto Sánchez. "Cuanto más crece Sánchez, menos votos capta el mileísmo", señaló.
¿Hay margen para provincializar la elección?
Consultado sobre la posibilidad de que el oficialismo busque provincializar la campaña, Adorno fue claro: "La única forma de revertir el escenario es ordenando la oferta. La fragmentación opositora puede ayudar al jaldismo, pero si el peronismo no se unifica, corre el riesgo de quedar fuera de la pelea".
Con un escenario nacional fuertemente polarizado, y con una ciudadanía que parece votar más por identidades partidarias que por nombres propios, la unidad del peronismo aparece como la única herramienta capaz de disputar poder real frente al fenómeno Milei.
ENTREVISTA COMPLETA: