El Senado convirtió en ley la reforma al Régimen Penal Tributario, una de las iniciativas impulsadas por el Gobierno nacional junto con el Presupuesto 2026. La votación significó un nuevo respaldo legislativo para el oficialismo y cerró una jornada clave en el Congreso.

Desde el Ejecutivo señalaron que la norma apunta a modernizar el sistema y adecuarlo a la realidad económica actual.

Qué cambia con la nueva ley

La reforma introduce modificaciones en el Régimen Penal Tributario, la Ley de Procedimiento Fiscal y el Código Civil y Comercial. El eje central es un cambio de enfoque: el contribuyente pasa a ser considerado cumplidor salvo que se demuestre lo contrario.

Uno de los puntos más relevantes es la actualización de los montos mínimos a partir de los cuales una infracción tributaria se convierte en delito penal, tanto en los casos de evasión simple como agravada.

Nuevos criterios para causas penales y pagos

La ley habilita la posibilidad de extinguir la acción penal si el contribuyente paga la deuda reclamada más un adicional dentro de un plazo establecido. Este beneficio podrá utilizarse una sola vez y busca priorizar la recaudación por sobre la persecución penal.

Además, se redefinen los plazos de prescripción y los tiempos de intervención del fisco, con esquemas diferenciados según el nivel de cumplimiento del contribuyente.

Debate y cuestionamientos de la oposición

Durante el debate, sectores opositores expresaron reparos y advirtieron que la reforma podría flexibilizar en exceso el control sobre delitos tributarios. Desde el oficialismo, en cambio, defendieron la iniciativa como una herramienta para reducir la litigiosidad y brindar mayor previsibilidad al sistema fiscal.