En el Gobierno nacional dan por sentado que la Corte Suprema fallará en contra de Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, lo que podría dejarla inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos. La decisión, que se espera de forma inminente, mantiene en vilo a todo el arco político, aunque desde la Casa Rosada predomina el silencio.

Javier Milei, actualmente de gira por Europa e Israel, monitorea el tema de cerca, aunque aún no hizo declaraciones públicas. La última alusión indirecta fue un retuit de una usuaria que celebraba la eventual condena a la ex mandataria. Por su parte, los principales funcionarios nacionales han optado por no referirse públicamente al tema, en un intento de evitar acusaciones de intromisión en el Poder Judicial.

En el oficialismo lamentan el "efecto rebote"

Aunque la condena a Cristina Kirchner sería una victoria simbólica para el oficialismo libertario, puertas adentro algunos funcionarios reconocen que el fallo podría revitalizar políticamente a la ex presidenta. "Estaba muerta políticamente, esto la revive", dijo un alto funcionario, al advertir que el papel de víctima podría fortalecer su figura en un sector importante del electorado opositor.

"El fallo importa porque es una ex presidenta condenada por corrupción, pero no nos metemos", deslizó con cautela otra fuente del oficialismo. A la par, crece la preocupación porque un corrimiento forzado de CFK pueda unificar a una oposición hasta ahora fragmentada.

Movilizaciones, reuniones clave y hermetismo

La autoconvocatoria de los jueces de la Corte para resolver la situación de CFK generó sorpresa incluso dentro del Gobierno. En paralelo, gremios y sectores vinculados al kirchnerismo comenzaron a movilizarse hacia el centro porteño ante la posible confirmación de la condena.

En medio de esta tensión, el jefe de Gabinete Guillermo Francos encabezó una reunión ministerial en la que no se abordó el tema públicamente. El asesor presidencial Santiago Caputo, uno de los hombres más cercanos a Milei, permaneció en su despacho mientras se desarrollaba el encuentro. El último funcionario en referirse al tema había sido el propio Francos, hace cinco días, en una entrevista con un medio del interior.