Diputados define el futuro de la ley que limita los DNU
Tras la media sanción en el Senado, el proyecto que endurece el control sobre los decretos llega a la Cámara Baja, donde el oficialismo buscará demorar el debate para no perder una herramienta clave.
El Senado aprobó este jueves un proyecto que modifica la reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Ahora la discusión se traslada a Diputados, donde la mayoría opositora ya anticipó su respaldo a la iniciativa. Si se confirma, el Gobierno sufriría otro revés político en plena tensión con los gobernadores y con la mirada puesta en mantener el control de una herramienta central para legislar sin pasar por el Congreso.
La estrategia oficialista en Diputados
El tratamiento comenzará en la Comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por el libertario Nicolás Mayoraz, que intentará blindar los tiempos de debate para dilatar la firma del dictamen. Allí, La Libertad Avanza cuenta con aliados del PRO y CREO que buscarán sostener la normativa vigente y garantizar a Javier Milei la continuidad de los DNU.
Sin embargo, la mayoría de los 35 miembros de la comisión pertenece a Unión por la Patria, Encuentro Federal y la Coalición Cívica, sectores que adelantaron su intención de acompañar lo votado en el Senado. De prosperar, la oposición podría forzar una sesión especial para acelerar el tratamiento.
Qué cambia el proyecto aprobado en el Senado
Actualmente, un DNU solo queda sin efecto si ambas Cámaras lo rechazan. Con la reforma, en cambio, se exigirá que tanto Diputados como el Senado lo ratifiquen de forma expresa y por mayoría absoluta en un plazo máximo de 90 días desde su publicación.
Si ese período vence sin tratamiento, el decreto perderá vigencia. Además, si una de las Cámaras lo rechaza, el Poder Ejecutivo no podrá emitir otro decreto sobre la misma materia durante ese año parlamentario.
Escenario abierto
La definición en Diputados dependerá de algunos votos clave, como los de radicales que aún no se pronunciaron y de sectores internos con diferencias sobre los cambios introducidos por el Senado.
Si el proyecto se aprueba, la nueva reglamentación será ley. Aun así, Milei conservará la posibilidad del veto presidencial, lo que abre un nuevo capítulo en la disputa entre el Ejecutivo y el Congreso por el equilibrio de poder.