Cristina Fernández de Kirchner encabezó este martes a las 18 una reunión extraordinaria del Partido Justicialista nacional para evaluar el panorama electoral tras las derrotas sufridas en provincias clave como Santa Fe, Chaco, San Luis, Jujuy, Salta y CABA. En el centro del debate estuvo el pedido del kirchnerismo para que Axel Kicillof unifique las elecciones bonaerenses con las nacionales, dejando sin efecto la convocatoria para el 7 de septiembre.

La jugada de Cristina apunta a evitar una nueva derrota en la Provincia, sosteniendo que la fecha de septiembre será inevitablemente nacionalizada. Desde su entorno señalan que hay una "ventana legal" que permitiría cambiar la fecha y proponen votar el 26 de octubre, alineando Buenos Aires con otras provincias peronistas como Tucumán, La Pampa, La Rioja y Catamarca.

Kicillof resiste: "No vamos a dar marcha atrás"

Desde La Plata, sin embargo, desestiman la presión. Aseguran que ya está en marcha el calendario electoral y califican la maniobra del kirchnerismo como un intento de cargarle la responsabilidad de un eventual fracaso. "Sería un papelón institucional cambiar el decreto", afirmaron fuentes cercanas al gobernador.

Las diferencias reflejan la crisis interna en Unión por la Patria. El vínculo entre Cristina, Kicillof y Sergio Massa está roto desde abril, cuando se reunieron por última vez. En ese marco, el mandatario bonaerense prepara el lanzamiento de su propio espacio, "Derecho al Futuro", para el 31 de mayo, en un nuevo gesto de autonomía.

Mientras tanto, Sergio Massa intenta mediar en un clima de creciente tensión. En el kirchnerismo acusan al kicillofismo de querer "jugar solo", mientras que en La Plata recuerdan que en elecciones unificadas como las de 2021 también perdieron.

Críticas cruzadas y señales políticas

En su reciente discurso en el Polo Cultural Saldías, Cristina cuestionó los egos dentro del peronismo y llamó a "abandonar las mezquindades", en un mensaje que fue leído como un tiro por elevación a Kicillof. También lo fue el elogio de la senadora kirchnerista Teresa García al gobernador Gerardo Zamora por convocar elecciones en octubre.

Por su parte, Carlos Bianco, mano derecha de Kicillof, dejó en claro que "no hay diálogo" con el kirchnerismo y que la unidad no puede basarse en un reparto de cargos. "Tenemos que sentarnos a debatir si la unidad es solo una lista o una estrategia común", afirmó.

En este contexto, la reunión convocada por Cristina marcará un nuevo capítulo de la feroz interna peronista, con la Provincia de Buenos Aires como escenario central.