El PJ bonaerense atraviesa una fuerte interna a días del cierre de alianzas. Este sábado celebrará un congreso partidario con el objetivo de mostrar unidad, aunque en los hechos los acuerdos siguen sin consolidarse. La desconfianza entre sectores complica cualquier intento de construcción política conjunta.

"Vamos a cerrar sin armonía y va a ser un matrimonio por conveniencia", reconoció un intendente cercano a Axel Kicillof. A pesar del diálogo entre el gobernador, Máximo Kirchner y Sergio Massa, en el peronismo admiten que el último encuentro entre los tres no logró avances reales. "Cada vez estamos más lejos", sentenció un jefe comunal del Movimiento Derecho al Futuro (MDF).

El desacople electoral, la herida que no cierra

Uno de los principales puntos de fricción sigue siendo el desdoblamiento de las elecciones legislativas, impulsado por Kicillof y resistido por La Cámpora. Aunque los puentes no están rotos, el kirchnerismo no le perdona al mandatario bonaerense esa jugada política, que todavía hoy traba las negociaciones.

Este conflicto sin resolver se combina con las tensiones por las candidaturas en las distintas secciones electorales. En la Primera, el MDF promueve a Gabriel Katopodis y Federico Achával. En la Tercera, la disputa está entre Verónica Magario, respaldada por Kicillof, y Mayra Mendoza, referente cercana a Cristina Kirchner.

Máximo Kirchner, sin candidatura pero con poder

A pesar de su alto perfil en las últimas semanas, Máximo Kirchner no sería candidato. Su rol seguirá enfocado en la construcción y el armado interno. Desde su espacio aseguran que busca consolidar liderazgo y proyectar figuras propias para representar al kirchnerismo.

Frente a la incertidumbre, el MDF ya prepara una "segunda escudería" por si La Cámpora o el Frente Renovador deciden romper los acuerdos. Incluso se analiza el uso de "apoderados cruzados" para evitar maniobras de último momento en la presentación de listas.

El congreso partidario de este sábado se perfila, más que como una instancia resolutiva, como un intento de escenificar una unidad frágil, impulsada más por la urgencia electoral que por una verdadera sintonía política entre los distintos sectores del justicialismo bonaerense.