La CGT advierte un diciembre crítico entre la reforma laboral y el cierre de empresas
La central obrera alerta por un fin de año cargado de tensiones: sin convocatoria oficial para negociar la reforma laboral, crece el temor por despidos, pymes en crisis y falta de pago de sueldos y aguinaldos. Santilli y Caputo hablan de diálogo, pero en la CGT no ven señales concretas.
La reforma laboral, en pausa y con señales confusas del Gobierno
En la CGT encendieron las alertas: aunque el Gobierno promete abrir una instancia de negociación por la reforma laboral, el llamado no llega y los puntos más duros impulsados por Federico Sturzenegger siguen en pie.
Tras un encuentro reservado con el ministro del Interior, Diego Santilli, y un intercambio con el asesor presidencial Santiago Caputo, los gremialistas insisten en que la reforma debe debatirse con la central obrera y no imponerse de manera "inconsulta".
Aún así, la preocupación crece: el Gobierno adelantó que el proyecto final del Consejo de Mayo se presentará el 9 de diciembre, acortando los tiempos para llegar a un acuerdo antes del debate en sesiones extraordinarias.
Empresas al límite: sueldos en riesgo y despidos que se multiplican
El escenario en el sector privado es igual de inquietante. Según Cristian Jerónimo, cosecretario de la CGT, este año ya se perdieron 276.000 puestos de trabajo y cerraron 20.000 pymes.
La situación se agravó tras la reunión de la central sindical con CGERA y CAME, donde las cámaras empresarias anticiparon que muchas firmas no podrán afrontar salarios ni aguinaldos por la recesión, la caída del consumo y la presión impositiva.
La cúpula cegetista decidió mantenerse en las fábricas donde haya riesgo de cierre. Jerónimo ya intervino en el conflicto de ILVA, la planta de cerámicas en Pilar que suma más de 80 días de protesta y unos 300 despidos.
A ese conflicto se suman dos casos que encendieron todas las alarmas:
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Essen, que despidió a más de 30 trabajadores.
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Whirlpool, que cerró su planta de Pilar y dejó sin empleo a 220 personas.
La cuenta regresiva para evitar una medida de fuerza
La CGT ya prevé convocar a su Consejo Directivo en dos semanas para definir una posición común. Si el Gobierno no formaliza una mesa de negociación ni interviene para contener los conflictos laborales, la central obrera podría avanzar con una medida de fuerza antes de fin de año.
Mientras tanto, trabaja en una contrapropuesta de reforma laboral, elaborada junto a diputados sindicales y abogados de la central. El objetivo es moderar el borrador oficial impulsado por Sturzenegger, que tensiona al sindicalismo y enfrenta resistencias incluso dentro del propio Gobierno.
En la CGT creen que la decisión final pasará por las manos de Javier y Karina Milei: negociar un proyecto más moderado, como proponen Santilli y Julio Cordero, o sostener una versión más rígida que podría desatar un diciembre convulsionado.