Cavallo explica la volatilidad del dólar y la incertidumbre económica en Argentina
El ex ministro analiza cómo el cepo cambiario y la falta de reglas claras afectan la entrada de capitales y la estabilidad monetaria.
Domingo Cavallo señala que la persistencia del cepo cambiario para empresas y entidades financieras, junto con la expectativa de su futura eliminación, genera un clima de incertidumbre que desalienta la entrada de capitales y eleva las tasas de interés. En su blog, el ex ministro explica que, aunque algunos controles se flexibilizaron, la estabilidad monetaria y el crecimiento económico aún no se consolidaron.
Esta situación alimenta la expectativa de una nueva devaluación, lo que provoca que inversores busquen ganancias rápidas en lugar de aportes de capital a largo plazo, presionando al alza las tasas en pesos.
Restricciones cambiarias y falta de reglas claras: un combo que genera volatilidad
Cavallo advierte que mantener limitaciones severas para la intermediación financiera en dólares, mientras se permite el atesoramiento de moneda extranjera para personas y turismo, contribuye a un clima poco estable. Además, la ausencia de reglas claras en política monetaria y cambiaria, junto con conceptos técnicos complejos y cambios frecuentes en instrumentos financieros, genera confusión y volatilidad.
El economista retoma ideas de Milton Friedman, defendiendo la necesidad de reglas predecibles y claras para evitar discrecionalidades que afecten la confianza y la estabilidad.
Propuestas para un mercado cambiario competitivo y estable
Para revertir la volatilidad, Cavallo recomienda eliminar por completo las restricciones cambiarias, permitiendo que el tipo de cambio se estabilice sin intervención constante del Banco Central, siempre que incentive la entrada de capitales. En un escenario ideal, el Banco Central podría incluso comprar reservas y favorecer la apreciación del peso, ayudando a controlar la inflación post-devaluación.
El ex ministro propone un sistema de competencia monetaria similar al peruano, con bancos que manejen depósitos y créditos en pesos y dólares, y regulaciones adecuadas para mantener la estabilidad. Este modelo ofrece mayor flexibilidad que una dolarización total o un esquema rígido de convertibilidad, y es una opción mencionada por el presidente Milei para el futuro económico argentino.