Caty Lonac: "Basta de monarquías disfrazadas de política"
La empresaria y abogada habló sin filtros sobre el poder político en Tucumán y apuntó directamente contra el exgobernador durante una entrevista con Oscar Mazza.
La abogada y empresaria Catalina Lonac fue protagonista de una entrevista intensa en PersonalMente, el ciclo conducido por Oscar Mazza, donde repasó su vida, su trayectoria y, especialmente, su mirada sobre el poder en Tucumán. Sin esquivar ningún tema, dejó definiciones contundentes sobre el rol de las mujeres, la política local y su vínculo con las estructuras de poder.
En un momento clave de la conversación, Lonac trazó una línea directa hacia uno de los nombres más fuertes de la política tucumana: José Alperovich. La empresaria no dudó en describir su estilo y la manera en que -según ella- ejerció presión sobre distintos sectores durante su gestión.
Lonac relató que un día conversó con Alperovich: "Che, José, yo creo que yo ya he hecho méritos y que me merezco un lugar, creo que tengo muchísimo para aportarle a la provincia y yo quiero el cargo de senadora y me dijo, 'Flaca, deja de porque es para mi prima la Betty Mirkin'"
"El norte argentino siempre fue muy machista", afirmó. Para ella, quienes no se alineaban a esos mandatos quedaban automáticamente por fuera de las decisiones.
Críticas al modelo de poder y un reclamo histórico
Lonac explicó que las estructuras de poder tucumanas funcionaron durante décadas bajo la lógica del "al que no obedece, se lo aparta". En ese marco, volvió a apuntar contra el exgobernador tucumano: "Había sectores donde directamente no podías opinar. Y si no estabas dentro de ese círculo, no existías".
Según agregó, esa cultura política impactó especialmente en las mujeres que intentaban abrirse camino en espacios como la industria azucarera o la justicia provincial, ambos ámbitos en los que ella misma desarrolló parte de su carrera. "A las mujeres nos tocaba ir a los codazos. Tenías que ganarte el respeto en cada frase, en cada expediente", relató.
La empresaria también cuestionó los discursos que reducen el feminismo a consignas vacías: "Ser feminista no es pintarse el cuerpo en una plaza ni hacer denuncias falsas. Ser feminista es prepararse, es dar batalla con argumentos".
Al cierre, destacó que si bien hubo avances, todavía persiste un sistema cultural y político que necesita transformarse: "Si cada persona hace lo que corresponde desde su lugar, las cosas cambian. Pero hay que animarse a decir lo que otros no quieren escuchar".