El diputado nacional y dirigente de La Bancaria, Carlos Cisneros, expresó su profunda preocupación por la situación crítica que enfrentan hoy millones de jubilados y jubiladas en la Argentina, en especial quienes, luego de una vida de trabajo, aún no pueden acceder a una jubilación. "No puedo permanecer en silencio mientras quienes forjaron nuestro país con su esfuerzo enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas", sostuvo Cisneros. Y fue categórico: "Recortar a los jubilados no es ajuste, es crueldad planificada"

En la maratónica sesión de la Honorable Cámara de Diputados, Cisneros acompañó la aprobación de una serie de medidas clave impulsadas desde el bloque Unión por la Patria, con amplio respaldo social y político. Entre ellas, se destacan:

 • Extensión de la moratoria previsional por 2 años, permitiendo jubilarse a quienes ya tienen la edad pero no los años de aportes.

 • Aumento del 7,2% en los haberes jubilatorios, beneficiando a todos los jubilados y jubiladas del país.

 • Actualización del bono de refuerzo, que pasa de $70.000 a $110.000 mensuales.

 • Reforma en la PUAM, permitiendo a más personas mayores acceder al beneficio desde los 60 años (en el caso de mujeres).

 • Cobertura del déficit previsional de 12 provincias, garantizando fondos para las jubilaciones locales y asegurando equidad federal.

Para Cisneros, estas medidas traerán un alivio inmediato, pero aún "no alcanzan para resolver de fondo el deterioro que viven nuestros mayores". Advirtió que sin la moratoria, "9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones no podrían jubilarse".

Además, destacó la movilización popular durante la jornada legislativa: "Mientras votábamos, miles de argentinos y argentinas se concentraron frente al Congreso, en una histórica expresión de unidad que incluyó jubilados, personas con discapacidad, trabajadores de la salud, artistas y estudiantes".

Cisneros pidió responsabilidad política y altura moral a todos los espacios: "Las jubilaciones no pueden ser la variable de ajuste del Estado. Tocar los ingresos de nuestros mayores no es un ahorro: es una condena".

Y cerró con firmeza: "No voy a permitir que se les arrebate lo que les pertenece. Asumí mi banca para ser la voz de los trabajadores, de los jubilados y de los que más lo necesitan. En la Argentina, la seguridad social es un derecho, no un gasto".