Caputo y su millonario patrimonio offshore: polémica en pleno blanqueo de dólares
El ministro de Economía declaró un crecimiento de más del 2.000% en su patrimonio, con cuentas en paraísos fiscales mientras promueve el regreso de los dólares al país.
Luis "Toto" Caputo, actual ministro de Economía y figura clave del Gobierno de Javier Milei, presentó una declaración patrimonial que encendió las alarmas: pasó de declarar \$744 millones a casi \$16.000 millones. El dato generó revuelo no solo por el monto, sino por el contexto: su riqueza creció en paralelo al lanzamiento del nuevo blanqueo de capitales que busca repatriar dólares a la economía argentina.
Caputo, quien se muestra como uno de los soldados en la "batalla contra la casta", enfrenta cuestionamientos por tener buena parte de sus activos fuera del país. Aunque insiste en que "el objetivo es que los dólares salgan a la calle y se usen", él mismo mantiene su fortuna lejos de esas veredas.
Dólares lejos del país: Isla de Man, el refugio elegido por Caputo
Entre sus activos, Caputo conserva alrededor de 470 mil dólares en el exterior. Parte está depositada en Estados Unidos, pero la mayoría se encuentra en la Isla de Man, un conocido paraíso fiscal del mar de Irlanda. Esta jurisdicción, que no aplica impuestos sobre las ganancias de capital ni sobre el patrimonio, es elegida por quienes buscan minimizar su carga impositiva, y el ministro no fue la excepción.
La Isla, dependiente de la Corona británica, tiene autonomía legislativa y es famosa por su entorno amigable para los servicios offshore. Mientras se alienta a los argentinos a blanquear sus divisas, el propio responsable de la política económica nacional mantiene sus fondos bien lejos de las medidas que promueve.
Tensión en conferencia y críticas por la doble vara
La polémica se encendió aún más esta semana cuando, durante la presentación del paquete para incentivar el blanqueo de dólares, un periodista le preguntó a Caputo si él también pondría su dinero en el mercado. La respuesta fue un visible gesto de enojo del ministro, que evitó comprometerse públicamente con la iniciativa.
Desde la oposición y organizaciones sociales surgieron críticas inmediatas. El foco de los cuestionamientos es la contradicción entre el discurso oficial y las decisiones personales de sus funcionarios. Mientras millones de argentinos lidian con la pérdida del poder adquisitivo y las exigencias fiscales, las élites políticas parecen moverse con reglas distintas.