Bullrich impulsa una Policía Federal con poderes ampliados: patrullaje en redes sin orden judicial
La ministra de Seguridad busca reformar la Policía Federal para convertirla en el "FBI argentino". Un borrador confidencial propone medidas que preocupan a las fuerzas y expertos por su alcance.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, distribuyó en secreto un borrador de resolución que propone una profunda transformación de la Policía Federal Argentina (PFA), con el objetivo de convertirla en una fuerza de investigación criminal con facultades comparables a las del FBI. El documento, al que accedió Ámbito, busca reformar la Ley Orgánica de la PFA y otorga amplias facultades en tareas de inteligencia, control digital y detenciones sin orden judicial.
Entre los puntos más controvertidos se encuentra la autorización para patrullar redes sociales, sitios web públicos y otros espacios digitales sin necesidad de aprobación judicial. Aunque se aclara que deberán respetarse derechos como la privacidad y la libertad de expresión, las tareas quedarán sujetas al criterio de la fuerza, lo que generó alarma entre especialistas y sectores de las propias fuerzas federales.
Además, se habilita a la Policía Federal a detener personas sin orden judicial si existen "circunstancias debidamente fundadas" que hagan presumir que alguien cometió o pudiera cometer un delito, y no pueda acreditar su identidad. En este caso, podrá ser demorado hasta su identificación, con aviso posterior al juez competente.
Un nuevo esquema de poder centralizado
El documento también prevé la creación del Departamento Federal de Investigaciones (DFI), que contará con áreas específicas para delitos complejos, narcotráfico y coordinación nacional. Estas reformas buscarían dotar a la Policía Federal de una estructura más vertical y con presencia creciente en el interior del país, con un aumento estimado del 10% anual en su personal.
En el texto se refuerzan además las tareas de inteligencia criminal dentro del marco de la Ley 25.520, lo que profundiza la preocupación por el posible solapamiento entre seguridad e inteligencia, una línea históricamente sensible en la democracia argentina.
Fuentes dentro de Gendarmería y Prefectura, que también recibieron el proyecto, expresaron su malestar y lo calificaron de "excesivo". Sostienen que Bullrich pretende establecer una fuerza "con facultades extraordinarias y por encima de las otras".