Un nombramiento que duró apenas 24 horas

Nicolás Abelardo Dapena había sido designado como nuevo titular de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Incluso llegó a instalarse en su despacho con fotos familiares y macetas. Sin embargo, apenas un día después, debió renunciar tras el escándalo que generaron las imágenes que circulaban en redes donde aparecía junto a referentes kirchneristas.

La designación había sido impulsada por Luis Pierrini, secretario de Transporte que responde al ministro de Economía, Luis Caputo, y contaba además con el visto bueno de Federico Sturzenegger, quien había anticipado la llegada de Dapena a organizaciones como Luchemos por la Vida.

El enojo de Bullrich y la presión política

El detonante fue la reacción de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien al enterarse del pasado político del funcionario llamó directamente a Caputo. Según trascendió, la conversación fue a los gritos y dejó en claro que no toleraría la presencia de un ex camporista en un cargo sensible.

Frente a la tensión, Caputo optó por dar marcha atrás con el nombramiento para evitar un conflicto abierto con Bullrich, considerada una de las referentes más influyentes dentro del oficialismo.

Una pulseada dentro del Gobierno

El episodio dejó al descubierto las internas en la gestión y la influencia de Bullrich en la toma de decisiones, incluso en áreas que no dependen de su ministerio. Mientras tanto, la ANSV quedó momentáneamente sin conducción y el caso expuso la fragilidad en los criterios de designación de funcionarios dentro del Ejecutivo.