Horas después de que el PRO sufriera un revés histórico en la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri abordó un avión privado con destino a Europa. Acompañado por su esposa Juliana Awada y el empresario energético Alejandro Macfarlane, el ex presidente partió desde Aeroparque rumbo a Madrid, con una escala técnica en Cabo Verde. Según sus propias declaraciones, el objetivo del viaje es cumplir compromisos con la Fundación FIFA, entidad que preside desde 2020.

El vuelo se dio en un contexto complejo: la derrota de Silvia Lospennato, candidata respaldada por Macri, marcó un quiebre tras dos décadas de hegemonía amarilla en la capital del país. La lista quedó muy por detrás del candidato libertario Manuel Adorni, quien se impuso en las 15 Comunas.

El PRO en crisis y sin liderazgo claro

La salida del país del líder fundador del PRO ocurrió mientras el partido se enfrenta a una fuerte disputa interna. Referentes de Buenos Aires impulsan una alianza directa con La Libertad Avanza, alejándose de la postura de Macri, que propone un acuerdo institucional más ordenado y no una fusión política inmediata.

Javier Milei aprovechó la coyuntura para lanzar una frase lapidaria contra su antiguo aliado: "Quizás deba entender que su momento ya pasó", dijo el presidente en una entrevista televisiva. La interna del PRO parece profundizarse con cada declaración, y Macri, lejos del país, no da señales de querer encabezar una recomposición.

Una relación con Milei que ya no tiene retorno

La tensión entre Macri y el presidente Milei viene creciendo desde hace meses. El punto de inflexión fue el cruce por el contrato de la Hidrovía, pero se agravó con ataques personales. Macri cuestionó a Karina Milei y a Santiago Caputo, figuras centrales del actual gobierno, y en la previa electoral denunció un video falso que circuló en redes. 

Milei no dudó en responder con dureza: "Está hecho un llorón. Se los ve muy de cristal", lanzó, cerrando cualquier posibilidad de reconciliación política.