María Gómez, la pareja del gendarme argentino Nahuel Gallo, rompió en llanto al hablar sobre la detención de su esposo en Venezuela. En una entrevista desgarradora, María expresó su profunda preocupación: "No sabemos si está bien, si está comiendo o si le han hecho algo". Nahuel, quien trabaja en Mendoza, había viajado a Venezuela para reunirse con su familia cuando fue detenido en la frontera con Colombia, iniciando así una pesadilla para su entorno más cercano.

Gallo fue detenido el domingo pasado bajo sospechas de espionaje, una acusación que desde Argentina se ha desestimado rotundamente. María narró cómo Nahuel solo buscaba reencontrarse con ella y su hijo de dos años, sin imaginar jamás que enfrentarían una situación tan dramática. Desde su detención, la comunicación se ha cortado completamente; ni María ni su familia han podido saber de su bienestar o su paradero, sumiéndolos en una angustiosa incertidumbre.

El gobierno argentino reaccionó ante este episodio, exigiendo la liberación inmediata de Gallo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha calificado la detención como arbitraria y violatoria de los derechos humanos, advirtiendo que cada minuto que Nahuel permanezca detenido es un paso más hacia el fin del régimen de Maduro. Esta situación ha vuelto a tensar las ya complicadas relaciones diplomáticas entre ambos países, con la Argentina liderando las críticas contra las prácticas de represión y detención en Venezuela.