La Universidad Nacional de Tucumán (UNT) tomó una postura activa en defensa de la Ley de Financiamiento Universitario, instando a los diputados tucumanos a rechazar el veto del presidente Javier Milei. 

En una nota dirigida a los representantes provinciales en la Cámara de Diputados, el rector Sergio Pagani y la vicerrectora Mercedes Leal expresaron su preocupación por el panorama financiero que atraviesan las universidades, especialmente de cara al año 2025.

Pagani subrayó que la ley, que había propuesto un refuerzo presupuestario equivalente al 0,14% del PBI (aproximadamente $740.000 millones), es crucial para abordar los desequilibrios financieros generados por la alta inflación. 

El veto presidencial, argumenta el Gobierno, se basa en que el texto es "manifiestamente violatorio del marco jurídico vigente" y no detalla adecuadamente su fuente de financiamiento.

Durante la marcha federal de la semana pasada, en la que participaron miembros de la UNT, se evidenció el descontento generalizado con la decisión de Milei. En su comunicación, Pagani destacó que la comunidad universitaria celebró el apoyo de algunos legisladores a la ley y señaló la necesidad de que todos los diputados, incluidos los que pertenecen a La Libertad Avanza y otros bloques, se manifiesten en contra del veto.

"El veto no solo pone en riesgo el funcionamiento de la Universidad Argentina, sino que también crea un sombrío panorama para el próximo año", advirtió Pagani, quien enfatizó la falta de prioridad que la gestión actual otorga a la educación pública universitaria.

La nota de la UNT enfatiza que la sanción de la ley había representado un alivio para las universidades, y apela a los diputados a honrar su compromiso con la educación superior. "La coyuntura actual lo enfrenta al desafío de defender la universidad argentina. La UNT lo exhorta a que rechace el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario", concluyó Pagani.

Este miércoles, la Cámara de Diputados se prepara para una sesión crucial donde se decidirá el futuro de la ley y el veto de Milei, con la necesidad de alcanzar dos tercios de los votos para revertir la decisión presidencial.