El PJ busca rearmarse en medio de internas y tensiones con Kicillof
El Partido Justicialista se prepara para un nuevo intento de ordenar su interna: el próximo martes 20 de mayo, el microestadio de Ferro será sede de un Congreso Nacional clave.
Con Gildo Insfrán al frente del evento y sin la presencia confirmada de Cristina Kirchner ni varios gobernadores, el encuentro se da en medio de un escenario fragmentado y lleno de incertidumbre rumbo a octubre.
La agenda fue consensuada entre el gobernador de Formosa y la expresidenta, e incluye temas centrales como la intervención de distritos (Jujuy, Salta y Misiones), el tratamiento de la Comisión de Poderes y el estado contable 2024. También se espera un informe sobre el proceso de normalización del PJ correntino.
El congreso, inicialmente pautado para el 25 de abril, fue reprogramado tras la muerte del papa Francisco.
Tensiones con Kicillof: un juego de poder a cielo abierto
El contexto político interno del peronismo está lejos de la calma. Axel Kicillof y el kirchnerismo duro mantienen un tironeo por el control del espacio en la provincia de Buenos Aires, lo que pone en duda incluso su participación en el Congreso.
El mandatario bonaerense, cada vez más alejado de las estructuras orgánicas del PJ, avanza con su propio proyecto político de cara a 2027 bajo el sello "Movimiento Derecho al Futuro". Su equipo entiende que su disputa con Cristina lo dejó mejor posicionado y no descartan ir por fuera si el partido no le abre el juego.
Mientras tanto, La Cámpora sigue presionando, y en paralelo, Cristina intenta dar señales de unidad. Recientemente, ordenó a sus legisladores bonaerenses apoyar la suspensión de las PASO y un nuevo calendario electoral, aunque no ocultó sus diferencias.
Dudas, ausencias y una estrategia en construcción
Al día de hoy, varios gobernadores peronistas mantienen en suspenso su asistencia al Congreso. Entre ellos, Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). El armado electoral necesita de su respaldo, pero las definiciones todavía no llegaron.
Con un oficialismo que enfrenta duras críticas por su rumbo económico, el PJ busca cerrar filas sin terminar de resolver sus conflictos internos. La posibilidad de una lista única parece lejana, y el riesgo de una fuga de dirigentes por fuera del sello tradicional se vuelve cada vez más real.