La muerte del Papa Francisco, ocurrida en la madrugada del lunes 21 de abril de 2025, generó un fuerte impacto en el ámbito político argentino. La Cámara de Diputados resolvió suspender las actividades previstas para esta semana y reprogramar la interpelación a los ministros Guillermo Francos y Mariano Cúneo Libarona, originalmente pautada para el martes. En su lugar, se llevará a cabo una sesión especial de homenaje al Sumo Pontífice, a las 15 horas del martes 22 de abril.

La decisión fue consensuada por todos los bloques parlamentarios, con el objetivo de priorizar un tributo institucional a la figura del Papa Francisco y evitar que los homenajes se vieran envueltos en tensiones políticas.

Un homenaje que reemplaza al debate

La iniciativa fue impulsada por los diputados de Unión por la Patria y Encuentro Federal, quienes propusieron suspender la interpelación prevista para las 14 h del martes y convertir la sesión en un acto solemne. La propuesta fue acompañada por un pedido formal del diputado Eduardo Valdés, quien había solicitado una sesión especial a las 13 hs para rendir homenaje al Papa Francisco.

El proyecto, respaldado por más de una veintena de legisladores, fue finalmente adoptado con modificaciones: se citó a sesión a las 15 h y se resolvió además realizar una ceremonia interreligiosa en honor al Santo Padre, en día y horario aún a definir.

También se resolvió adherir al duelo nacional decretado por el Poder Ejecutivo y posponer por una semana todas las reuniones de comisiones, incluida la que iba a conformar la comisión investigadora del caso $Libra.

Reprogramación de la interpelación por el caso $Libra

La interpelación tenía como objetivo abordar el controversial caso $Libra, y se esperaba la presencia de los ministros Francos, Cúneo Libarona, el titular de Economía Luis Caputo y el presidente de la CNV, Roberto Silva. No obstante, tanto Caputo como Silva ya habían anticipado su ausencia: el primero por un viaje al FMI, el segundo por no estar obligado a comparecer al no ser ministro.

Ahora, con la reprogramación, el argumento de Caputo podría perder validez, ya que el evento del FMI finalizará antes de la nueva fecha de la interpelación. En caso de que no asista, se abriría la posibilidad de que enfrente una denuncia por incumplimiento de deberes de funcionario público, lo que podría derivar en un proceso de investigación o incluso juicio político.