Roma fue escenario este domingo de un momento cargado de simbolismo y diplomacia. Mientras la Iglesia católica celebraba el inicio oficial del pontificado de León XIV, en paralelo se concretaba una reunión de alto perfil: el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, y el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, se encontraron de manera privada en Villa Taverna, residencia oficial del embajador norteamericano en Italia.

Ambos líderes habían participado previamente en la misa en la Plaza de San Pedro, donde se celebró la entronización del nuevo papa, Robert Prevost, ahora León XIV, sucesor del fallecido Francisco.

Paz, guerra y geopolítica en el corazón del Vaticano

Durante el evento religioso, León XIV hizo un fuerte llamado a favor de una "paz justa y duradera", especialmente dirigido a la "Ucrania martirizada". Zelensky no tardó en agradecer ese gesto y remarcó su esperanza de que ese mensaje tenga eco en los escenarios internacionales.

Horas más tarde, el presidente ucraniano fue recibido en audiencia por el papa, acompañado por su esposa Olena Zelenska y altos funcionarios de su gobierno. El saludo protocolar fue registrado por la Santa Sede, donde se lo vio estrechando la mano del pontífice.

Estados Unidos, la UE y el futuro del conflicto

Además de su cita con Zelensky, JD Vance tenía en agenda otros compromisos diplomáticos importantes. Tras el encuentro bilateral, se reunió con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Según informaron desde Roma, la reunión trilateral giró en torno a la relación entre Estados Unidos y la Unión Europea, además de abordar los principales desafíos internacionales, entre ellos el conflicto en Ucrania.

Este contexto de múltiples audiencias y gestos diplomáticos en el Vaticano resalta el rol que la Santa Sede busca recuperar como espacio de encuentro y mediación en tiempos de incertidumbre global.